
El Gobierno afirma que avanzará en un refuerzo de los controles psicológicos para los agentes de las Fuerzas Armadas. La decisión fue ratificada por altas fuentes del Ejecutivo y abarca una revisión amplia de los protocolos de evaluación y acompañamiento del personal militar, en especial de aquellos efectivos que prestan servicio armado en entornos sensibles.
La medida apunta a profundizar los controles existentes en vez de reemplazarlos y fue tomada tras la muerte de un soldado que cumplía tareas de vigilancia en la Quinta de Olivos.
Las tres fuerzas cuentan con exámenes psicofísicos periódicos y obligatorios, que incluyen evaluaciones psicológicas y psiquiátricas. En el caso de la Fuerza Aérea, el régimen vigente establece controles anuales reglamentarios y exámenes especiales ante situaciones particulares, una lógica que se replica con matices en el Ejército y la Armada.



