
China está trabajando en una norma para que los teléfonos y las aplicaciones móviles cuenten con un modo específico para menores de edad, con el objetivo de limitar su uso por parte de los niños y adolescentes a un máximo de dos horas diarias.
Esto se suma a iniciativas como las de Suecia –que redireccionó su presupuesto de educación digital a la inversión en libros impresos– o Países Bajos, que a partir de 2024 prohibirá los celulares y las tablets en el aula, en sintonía con lo que ya están haciendo países como Italia y Francia.
Recientemente, además, un informe global de Unesco recomendó limitar el uso de teléfonos móviles en la escuela.
Un primer punto de debate tiene que ver con el tiempo de exposición a las pantallas: el borrador de las normas que la Administración del Ciberespacio de China publicó en su página web –abierto a sugerencias hasta el 2 de septiembre– establece que el «modo juvenil» del celular deberá permitir al usuario acceder a una interfaz adaptada a su edad, segmentando el tipo de contenido al que podrá acceder cada uno según su franja etaria.
Para los usuarios menores de 8 años, el tiempo total de uso no podrá superar los 40 minutos por día; para los chicos de entre 8 y 16 años, se permitirá una hora de uso diaria, mientras que los adolescentes de entre 16 y 18 años podrán usar sus celulares durante dos horas.




