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La confesión de la feminazi Abigail Páez: «Le pegué unas pataditas en la cola»

La Real Academia Española (RAE) definió el término “feminazi” como un acrónimo de «feminista» + «nazi» que “se utiliza con intención despectiva con el sentido de ‘feminista radicalizada’”. La madre y madrastra AMBAS FEMINISTAS, mataron a Lucio Dupuy por su ideología radicada en el odio hacia el hombre.

Abigail Páez, la pareja de la mamá de Lucio Dupuy, habría revelado que le pegó «unas pataditas en la cola» el día que el chico murió. Esto fue difundido por el portal Infobae, que asegura tuvo acceso a la declaración completa de la mujer en la jornada 14 del juicio.

El relato.

Según el informe de Infobae, Páez inició su relato contando cómo había sido aquel 26 de noviembre del 2021 para ella, el día en que Lucio fue asesinado. La mujer contó que cuando se hizo de noche, llevó al trabajo a Magdalena y luego volvió a su casa para «cuidar a Lucio».

Declaró durante una hora, llorando. En su discurso se refirió al momento del asesinato. Dijo que estaba sola con Lucio y confesó que lo golpeó «porque se mandó un moco». «Entonces lo tomé del brazo y le pegué varias pataditas en la cola. Fue todo muy rápido, no sé. Le pegué y no medí donde, ni sé por qué tampoco. No le encuentro una explicación todavía», dijo Páez.

Su relato se contradice con los datos que arrojó la autopsia, que reveló que Lucio tenía golpes, mordeduras y heridas mucho más graves, signos de abuso sexual de data histórica y reciente.

«No le encuentro una explicación todavía. Sé que lo lastimé, me di cuenta en el momento e intenté remediarlo. Luego, lo alcé y lo llevé a la ducha porque pensé que iba a reaccionar. Él intentaba hablar, estaba consciente todavía. Se bañó parado. El me intentaba hablar, como para decir algo, pero no le salían las palabras», siguió su relato.

En ese momento, contó que notó como se estaba «debilitando o desvaneciendo», lo sacó de la ducha y lo llevó a la pieza. Lo sentó en la cama y cuando buscaba ropa para cambiarlo escuchó «un golpe».

«Cuando vuelvo lo veo que estaba tirado en el piso, sin reacción. De cara al piso. Ni siquiera había apoyado las manos. Como si estuviese desmayado, no sé. Entonces yo por el mismo temor lo toqué con el pie para ver si reaccionaba y vi que no tenía respuesta de él, entonces me acerqué y lo di vuelta, lo puse boca arriba», detalló.

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