
Miles de manifestantes enfurecidos entraron este sábado en la residencia oficial del presidente de Sri Lanka en la capital, Colombo, Gotabaya Rajapaksa, durante una jornada de multitudinarias protestas para exigir la dimisión del mandatario por su gestión de la crisis económica.
La isla vive una crisis de años que se agudizó en los últimos meses por la creciente inflación, que afecta particulatmente a los sectores más empobrecidos, y la escasez de combustible que paralizó la actividad y provocó cortes de luz en distintos puntos del país. Sobre esta crisis se monta la exigencia del FMI para que se aplique un duro ajuste a cambio de llegar a un acuerdo con el organismo y la militarización total de la capital con una creciente represión hacia quienes protestan.
Los manifestantes rompieron el perímetro de seguridad que rodeaba la residencia oficial de Rajapaksa en pleno centro de Colombo mientras la Policía reprimía con gases lacrimógenos para impedir el ingreso. El diario esrilanqués Ada Derana, afirmó que el mandatario había previamente abandonado la zona.