
Una bebé recién nacida sufrió mala praxis en el Hospital Antonio Scaravelli de Tunuyán, Mendoza, y debido a las graves consecuencias que eso le produjo, la Justicia determinó que el gobierno provincial deberá indemnizar a la familia por 30 millones de pesos.
La pequeña, que hoy tiene 7 años, fue diagnosticada con un ictericia fisiológica y no una patológica, lo cual le generó una discapacidad total provocada por una enfermedad incurable.
Al pasar los días, los médicos determinaron un cuadro de kernícterus, un tipo de daño cerebral que se presenta por los altos niveles de bilirrubina en la sangre de los recién nacidos.
Por este motivo, según lo informado por el medio Los Andes, la pequeña padece de parálisis cerebral y necesita recibir un tratamiento multidisciplinario.