Trump y Biden tuvieron el último debate de cara a las elecciones presidenciales
El actual mandatario de los Estados Unidos y candidato republicano, Donald Trump, y el dirigente demócrata, Joe Biden, protagonizaron anoche en la Universidad de Belmont, en Nashville, Tennessee, el segundo y último debate de cara a las elecciones presidenciales que tendrán lugar el 3 de noviembre.
Los temas en pugna sobre los que debieron discutir los candidatos fueron la pandemia por Covid-19, la tensión racial, la situación de las familias estadounidenses, el cambio climático, la seguridad nacional y el liderazgo.
Respecto al coronavirus, y tal como hizo durante su discurso en las Naciones Unidas el 22 de septiembre, Trump habló de «China-virus», responsabilizando nuevamente al país asiático por el desarrollo de la enfermedad y por haber ocultado información sobre la misma.
Asimismo, el magnate aseguró que fue «felicitado por los jefes de muchos países» y remarcó que Biden habría «causado una depresión económica muy profunda» de haberle tocado gobernar la pandemia.
Biden, por su parte, le recordó que en Estados Unidos murieron unas 220 mil personas por el virus y que todavía «no tiene un plan ni una vacuna» para combatirlo». «Trump dice que la gente está aprendiendo a vivir con elvirus. Se equivoca: la gente está aprendiendo a morir con él»,aseveró Biden.
En segundo lugar, los candidatos debieron exponer sobre la seguridad nacional y, en particular, sobre la capacidad de Estados Unidos de garantizar elecciones libres y transparentes, sobre todo luego de la investigación del FBI respecto a posibles injerencias de países extranjeros, como Irán y Rusia, en los comicios.
«Nadie ha sido tan duro contra Rusia como yo», aseguró Trump que, además, acusó a Biden de recibir «mucho dinero» del país de Vladimir Putin, así como también de China, Ucrania e Irak.
«Mientras enviabas mandas y almohadas, yo enviaba tanques a Ucrania para enfrentar a Rusia», insistió Trump. «Nunca tomé dinero de ninguna fuente extranjera, nunca», le respondió Biden, en tanto que cuestionó a Trump por no presentar su declaración de impuestos.
«Rusia ha estado involucrada, China ha estado involucrada con cierto grado y ahora nos enteramos de que Irán está involucrado, pagarán un precio si soy elegido», dijo Biden sobre las intervenciones extranjeras en los comicios norteamericanos.
Por su parte, el candidato demócrata remarcó: «A mí no me ha llegado ni un penique de ningún país extranjero», e insistió en que Trump recibe «mucho dinero» de Rusia y de China, y lo instó a que publique sus declaraciones fiscales.
También remarcó Biden: «Cualquier país, sea cual fuera, que interfiera en estas elecciones, lo pagará, porque están tocando la soberanía estadounidense».
El candidato opositor señaló que el calentamiento global es «la mayor amenaza para el planeta» y prometió un programa económico que respete al medio ambiente. «Vamos a pasar el punto de no retorno en los próximos ocho o diez años. La era del petróleo terminó, hay que iniciar la transición energética», sostuvo.
Trump, que en reiteradas ocasiones aclaró´que no cree en el cambio climático, aseguró que Estados Unidos tiene «la emisión de carbono más baja». «Tenemos el aire y agua más limpia del mundo. Nuestra administración ha hecho un trabajo excepcional», sostuvo, a lo que Biden retrucó: «Cuatro años más con este hombre (Trump) y estaremos en problemas».
Trump se denominó a sí mismo como «la persona menos racista» de la sala y consideró que tiene «excelentes relaciones con todas las personas» del mundo. «Nadie ha hecho más por la comunidad negra que Donald Trump», enfatizó.
Por su parte, Biden señaló que «el racismo está institucionalizado en Estados Unidos» y que «Trump derrama combustible en cualquier incendio racista». «Nunca hemos cumplido la inclusión total y todavía hay racismo en Estados Unidos», remarcó Biden.
Los analistas políticos y espectadores coincidieron en que el debate se dio en mejores términos que el anterior, que recibió una pésima crítica de parte de la ciudadanía, y que ambos candidatos pudieron representar sus ideas claramente.
Si bien las elecciones se disputarán el 3 de noviembre, más de 47 millones de estadounidenses -cifra que representa un 34% de los sufragios de hace cuatro años- ya votaron anticipadamente, alcanzando el total de los votos emitidos previos a la cita electoral de 2016.
A tan solo diez días, las encuestas dan una leve ventaja a favor de Biden, pero las mediciones en Estados Unidos son muy complejas debido al sistema electoral que puede generar muchas distorsiones entre los resultados nominales y los reales.