12 enero, 2025
Nacional

Organizaciones sociales plantean que el reemplazo del IFE debería estar cerca de un salario mínimo

El aislamiento por el coronavirus genera efectos colaterales bastante visibles, entre ellos hay un caballito de batalla de muchos opositores que el Gobierno intenta resolver desde distintas medidas: la crisis económica y el desempleo. Así como se aplicaron el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) y el Ingreso Federal de Emergencia (IFE), desde hace semanas el Ejecutivo plantea la idea de una Renta Básica Universal para sostener el consumo básico de los sectores más vulnerables.

Sin embargo hay poco en concreto y la duda es de cuánto dinero se tratara por beneficiario, a quiénes alcanzará y si no debería ser complementada de alguna manera.

minutouno.com habló con distintos referentes de organizaciones sociales y con un militante del campo popular que también es funcionario del Ministerio de Desarrollo de la Nación para que cada uno haga su lectura de un posible ingreso universal. La cifra varía: algunos hablan de una suma puntual y otros de un complemento con otros ingresos, pero todos coinciden -con variantes- que se lo debe pensar como parte de la generación de empleo genuino.

No pocos plantean la necesitad de un replanteo del sistema productivo que está firmemente estructurado en Argentina.

«Entendíamos que el Estado tenía que pagar lo que le falta al compañero que trabaja para llegar al salario mínimo, sobre la base de que existe una actividad que hoy tiene que ver con la economía popular» (Daniel Menéndez, subsecretario de Políticas de Integración y Formación de la Secretaría de Economía Social)

Para el referente del Frente de la Resistencia Daniel Ozuna, el ingreso universal debe ser de al menos 17 mil pesos; mientras que para la líder de Barrios de Pie, Silvia Saravia, se debería hablar de una suma que cubra la Canasta Básica Alimentaria (que según el INDEC en junio fue de 18.029,10 pesos); por su parte, para Esteban Marcioni, del Frente Popular Darío Santillán, se debería hablar de por lo menos 12 mil pesos más «una política de control de precios más precisa, si no la guita alcanza cada vez menos»; mientras tanto, dos de los consultados apuntan al salario mínimo: mientras que la coordinadora de los Cuidadores de la casa común (que tienen como guía al papa Francisco) Martha Arriola habla directamente de dicha suma neta, el referente de Barrios de pie-SOMOS y subsecretario de Políticas de Integración y Formación de la Secretaría de Economía Social, Daniel Mendéndez, se refiere a un complemento entre otros ingresos que permitan llegar a ese número.

Luego reclama que estas fuentes de empleo vengan «con todas las condiciones y derechos laborables que están en la Constitución». Muy por encima del alcance que plantea el funcionario del Ministerio de Desarrollo, evaluó que la medida debería alcanzar a «los 11 millones de personas que se notaron en el IFE» mientras que «9 millones fueron aceptadas» porque «ahí está la diferencia entre familia y trabajador, ese sería un buen punto de inicio»

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