Un hombre de 57 años fue descubierto en la localidad italiana de Borgo Virgilio cuando intentó renovar el documento de identidad haciéndose pasar por su madre muerta. Vestido con peluca, maquillaje, uñas pintadas y accesorios, llegó al ayuntamiento afirmando ser la mujer de 82 años fallecida tres años atrás. El personal municipal alertó a la policía tras notar inconsistencias en su relato y en su apariencia, lo que llevó a la rápida identificación del impostor.
La posterior inspección policial en la vivienda del hombre reveló el dato más estremecedor: el cuerpo momificado de su madre permanecía allí desde su muerte, sin haber sido reportado. Según la investigación, el objetivo habría sido continuar cobrando la pensión y administrar una serie de propiedades familiares, maniobra con la que habría obtenido unos 61.000 dólares anuales. El caso derivó en denuncias por ocultamiento de cadáver, estafa a la seguridad social, falsedad documental y suplantación de identidad.
Las autoridades italianas describieron su actuación como una «transformación al estilo Mrs. Doubtfire», por la minuciosidad con la que imitaba el aspecto de su madre. Pero el trasfondo, marcado por un cadáver conservado dentro del hogar y una identidad sostenida en secreto durante años, remitió inevitablemente a la atmósfera inquietante de Psicosis, la célebre película de Alfred Hitchcock donde la figura materna sigue presente de un modo perturbador. No por una cuestión de guion, sino porque la realidad ofreció una lógica parecida: una casa detenida en el tiempo y una presencia ausente que sostiene toda la trama.
El caso generó conmoción en la región de Mantua, donde vecinos y autoridades coinciden en que la historia combina un nivel llamativo de planificación con una escena familiar que rozó lo cinematográfico. Por ahora, no está confirmado si el acusado quedará detenido de manera inmediata, pero la fiscalía avanza con las imputaciones mientras continúa reconstruyendo cómo logró mantener el engaño durante tanto tiempo.
