El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, confirmó oficialmente que se postulará para un cuarto mandato en las elecciones presidenciales de 2026, previstas para el 4 de octubre. El anuncio fue realizado durante su visita oficial a Indonesia, donde el mandatario de 80 años aseguró estar en óptimas condiciones para continuar al frente del país. «Tengo la misma energía que cuando tenía 30 años y voy a postularme para un cuarto mandato en Brasil», expresó ante la prensa, marcando así el inicio de una nueva etapa política que promete reconfigurar el panorama electoral brasileño.
La legislación del país vecino permite a los presidentes ejercer solo dos mandatos consecutivos, pero no impide la alternancia entre períodos, lo que habilita a Lula —reelecto en 2022 tras haber gobernado entre 2003 y 2010— a volver a competir. Antes de su última victoria sobre Jair Bolsonaro, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) había descartado una nueva candidatura por cuestiones de edad y por considerar que Brasil necesitaba un recambio generacional. Sin embargo, con un escenario político todavía polarizado, Lula considera que su continuidad es clave para sostener la estabilidad institucional y económica del país.
En los últimos meses, el mandatario ha mostrado en redes sociales su rutina de ejercicios y recuperación física, tras haber sido sometido a una cirugía por una hemorragia cerebral, lo que generó preocupación en el arco político. No obstante, Lula aseguró encontrarse «en excelente estado de salud» y dispuesto a encarar una nueva campaña. «El país aún necesita consolidar los avances sociales y democráticos de estos años», insistió, en un mensaje dirigido tanto a sus aliados como a la oposición.
El anuncio se produce en paralelo a un acercamiento diplomático con Estados Unidos, luego de que Lula y Donald Trump mantuvieran una conversación telefónica de 30 minutos en la que discutieron la posibilidad de reducir un arancel del 40% impuesto por Washington a productos brasileños. Ambos líderes manifestaron «buena química» y coincidieron en la importancia de restablecer las relaciones económicas entre las dos naciones. Para dar seguimiento al diálogo, el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, encabezará las negociaciones con una delegación brasileña integrada por el vicepresidente Geraldo Alckmin, el canciller Mauro Vieira y el ministro de Hacienda Fernando Haddad. El encuentro entre Lula y Trump podría concretarse durante la próxima cumbre de la Asean en Malasia.