A menos de una semana de las elecciones legislativas, circulan versiones sobre un inminente reacomodamiento en el gabinete nacional. En el centro de los rumores aparece la posible salida del canciller Gerardo Werthein y del ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona, junto con un proyecto para fusionar las áreas de Seguridad y Justicia. La decisión, si se confirma, implicaría una reformulación estructural del Gobierno que busca encauzar la gestión y reducir las tensiones internas que se arrastran desde hace meses.
Fuentes cercanas al Ejecutivo aseguran que la reconfiguración se daría tras los comicios del 26 de octubre y que los cambios tendrían como figura central a Santiago Caputo, asesor de máxima confianza del presidente Javier Milei. En los pasillos de la Casa Rosada se menciona que Nahuel Sotelo, actual secretario de Culto, podría asumir en Cancillería, mientras que la abogada conservadora Ursula Basset volvería a ocupar un rol importante en el Palacio San Martín. La salida de Werthein estaría vinculada al creciente protagonismo de Caputo en los vínculos internacionales y a diferencias en el manejo de las negociaciones con Estados Unidos.
En el caso de Seguridad, la salida ya confirmada de Patricia Bullrich, quien asumirá una banca en el Senado el 10 de diciembre, abriría paso a la fusión de esa cartera con Justicia. Según las versiones que se repiten en distintos despachos, el área unificada podría quedar bajo la conducción de Guillermo Montenegro, intendente de Mar del Plata y dirigente del PRO con cercanía al oficialismo libertario. También se mencionan posibles ascensos internos, como el de Alejandra Monteoliva en Seguridad y Sebastián Amerio en Justicia, ambos ligados al entorno de Caputo.
