
La Casa Blanca confirmó que el acuerdo financiero con la Argentina, anunciado por el secretario del Tesoro estadounidense Scott Bessent, incluyó un pedido explícito a Javier Milei: retomar el control político del oficialismo en el Congreso. Según fuentes oficiales, el objetivo de la administración de Donald Trump es asegurar que el respaldo económico no fracase y que las reformas impulsadas por La Libertad Avanza puedan avanzar luego de las elecciones generales de octubre. Esto implica conseguir mayorías en ambas cámaras o acercarse a un número suficiente de legisladores para garantizar gobernabilidad.
En la práctica, la solicitud se traduce en la necesidad de reconstruir alianzas con gobernadores y sectores clave del Congreso. Milei y su equipo ya elaboraron un diagnóstico del escenario legislativo, evaluando tanto el caso optimista como el pesimista. La Casa Blanca, según las fuentes, quería asegurarse de que el apoyo financiero y político que brindarán no se diluya debido a la falta de control interno sobre las decisiones legislativas y la aprobación de leyes estratégicas para el programa económico del Gobierno.
El oficialismo planea focalizar los esfuerzos en acuerdos con al menos doce gobernadores con los que tienen intereses comunes y en diálogo con legisladores de distintos partidos, aunque consideran que los jefes provinciales serán más determinantes que los diputados nacionales del PRO. La reconstrucción de la confianza y la credibilidad es clave para asegurar la cooperación en temas estratégicos y para facilitar la implementación de reformas de segunda generación, como las laborales y tributarias.
Dentro del Ejecutivo, distintos sectores manejan la estrategia de negociación: el asesor presidencial Santiago Caputo, el jefe de Gabinete Guillermo Francos, el ministro del Interior Lisandro Catalán y el presidente de la Cámara de Diputados Martín Menem, entre otros, coordinan el diálogo con gobernadores y legisladores. Cada uno tiene una visión particular y no siempre coinciden en los métodos o prioridades, lo que evidencia la complejidad de organizar la toma de decisiones políticas al interior del Gobierno.
Aunque el pedido de EE.UU. se limitó a la gobernabilidad, existe la expectativa de que Milei explique cómo funcionará el esquema político tras octubre. El gesto financiero norteamericano es considerado clave para calmar los mercados, pero las fuentes coinciden en que «tiene que acompañar la política» y no basta con la transferencia de recursos para garantizar el éxito del programa económico.
El acuerdo entre la Casa Rosada y la administración Trump refuerza la alianza estratégica a nivel geopolítico, especialmente en medio de la disputa por influencia en América Latina y el interés de EE.UU. en contrarrestar la presencia de China en sectores como tierras raras, energía y telecomunicaciones. En este contexto, la gobernabilidad interna se vuelve un requisito indispensable para que la asistencia económica tenga efectos concretos y sostenibles en la Argentina de Milei.




