
Este miércoles se relanzo la construcción del Segundo Acueducto del Interior del Chaco, una de las obras de infraestructura más esperadas por la provincia y que acumula más de una década de demoras.
El proyecto, iniciado el 25 de febrero de 2011 con un plazo de ejecución de 36 meses, aún no fue concluido. Con una extensión de 512 kilómetros, esta obra tiene como promesa de abastecer de agua potable a 26 localidades chaqueñas.
«El cartel original permanece en pie como un recordatorio de que durante 14 años de ‘fiesta’, el pueblo chaqueño soportó demoras y engaños. Y la pregunta sigue siendo: ¿Dónde está la plata?», señaló el diputado provincial Samuel Vargas.
Vargas destacó que el relanzamiento será posible gracias al aporte de fondos del Gobierno Nacional, lo que permitirá avanzar sin endeudar a la provincia. «Una vez más se ratifica la transparencia y el ordenamiento de la economía provincial, meta de nuestro gobernador Leandro Zdero», afirmó.
El legislador pidió además «recordar la memoria de los actos pasados, asumir responsabilidades y evitar que los mismos que fueron verdugos de estas postergaciones pretendan hoy erigirse en salvadores del pueblo».
En esta línea, Vargas remarcó que lo esencial es garantizar el acceso al agua potable para miles de chaqueños. «La mentira organizada de Capitanich llega a su fin. Lo que está en juego es un derecho básico para nuestra gente», subrayó.