
El gobierno citó de urgencia a los bancos y les pidió que limiten la disponibilidad de efectivo propia y de los ahorristas. Milei le anticipó al equipo económico que cambiará la política monetaria y esperan que el cambio de rumbo sirva para aguantar hasta las elecciones.
Luis Caputo subió los encajes obligatorios de los bancos por segunda vez en menos de un mes, en una jugada desesperada tras el fracaso de la licitación de deuda. La idea es inmovilizar más dinero de los ahorristas y obligar a los bancos a comprar con esa plata inmovilizada los bonos que no querían comprar.
La decisión avanza sobre el patrimonio de los bancos y sus ahorristas. El Tesoro tenía que renovar 15 billones de pesos y apenas logró que le acepten el 61%. Seis billones de pesos quedaron dando vueltas, listos para irse al dólar. Ante esto, el equipo económico subió los encajes de los bancos. Desde ahora el 50% debe estar inmovilizado.
Milei le dio un ultimátum a Caputo y le adelantó que ahora el mismo elaborará el programa monetario y financiero, confirmando lo que ya se comentaba en el mercado: el Presidente se enteraba de las medidas que elaboraban Caputo y Bausili, después de decididas.