La liga estadounidense aplicó una sanción al astro argentino y a Jordi Alba por no asistir al evento estelar, aunque reconoció su entrega al Inter Miami y anticipó una posible revisión de la regla.
La Major League Soccer (MLS) anunció una sanción que generó revuelo entre los fanáticos del fútbol: Lionel Messi no podrá jugar el próximo partido del Inter Miami por no presentarse en el All-Star Game, el tradicional encuentro de exhibición de mitad de temporada. La medida también afecta a su compañero Jordi Alba, quien tampoco asistió al evento.
La decisión se basa en una norma histórica de la liga que penaliza con una fecha de suspensión a todo futbolista que, sin autorización previa, se ausente del Juego de las Estrellas. De este modo, ambos jugadores se perderán el compromiso ante el FC Cincinnati, correspondiente a la jornada 27 del torneo.
La MLS justificó su postura recordando: “Cualquier jugador que no participe del All-Star Game sin la aprobación de la liga no podrá disputar el siguiente encuentro con su equipo”.
La ausencia de Messi obedeció a una cuestión física. El capitán argentino arrastra una exigente seguidilla de partidos: disputó nueve encuentros en apenas 35 días, incluyendo duelos de alta intensidad tanto con su club como con la Selección Argentina. Debido a esa carga y en busca de preservar su estado físico, el propio futbolista decidió no participar del evento.
En medio del revuelo, el comisionado de la MLS, Don Garber, explicó que la normativa se aplicó por obligación, pero dejó abierta la puerta para una futura modificación: “Tenemos una política de larga data sobre este tema y, lamentablemente, tuvimos que aplicarla. Fue una decisión muy difícil. Vamos a revisar esta regla para los próximos años”.