
El Gobierno nacional dio un paso decisivo en su plan de “achicamiento del Estado”: resolvió disolver la Comisión Nacional del Tránsito y la Seguridad Vial, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) y la Dirección Nacional de Vialidad (DNV). A la vez, se confirmó la reorganización de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT). Todos estos organismos eran descentralizados y dependían de la Secretaría de Transporte del Ministerio de Economía.
La medida, que venía siendo anticipada, se formalizará con un decreto presidencial que será publicado en los próximos días en el Boletín Oficial.
El nuevo ente pasará a llamarse “Agencia de Control de Concesiones y Servicios Públicos de Transporte”, y será la Autoridad de Aplicación para todo lo vinculado con la fiscalización de concesiones viales y los servicios públicos de transporte.