Desde su prisión domiciliaria, la exmandataria participó del congreso de La Bancaria. Con un audio grabado, alertó sobre la insostenibilidad del actual sistema financiero y social y aseguró que quisieron “sacarla de la cancha” para las próximas elecciones.
“El modelo económico actual en Argentina es insostenible y se encuentra al borde del colapso”, advirtió Cristina Kirchner durante su intervención en el 52 Congreso Nacional de La Bancaria.
Desde su prisión domiciliaria, la expresidenta y exvicepresidenta dirigió un mensaje a los más de mil delegados y 140 congresales de las 53 seccionales presentes, en el que agradeció la movilización del 18 de junio en Plaza de Mayo y el apoyo brindado en su casa de San José 1111. CFK expresó: “Sepan, sepan que tienen un lugar definitivo en mi corazón”, en referencia al respaldo recibido por parte de los trabajadores bancarios.
En su discurso, la exmandataria retomó los argumentos expuestos en la Plaza de Mayo y en el acto del Día de la Bandera en Parque Lezama, donde sostuvo que “este modelo económico se cae”. Kirchner insistió en que las señales de la crisis son “más que contundentes” y que la inviabilidad del modelo no responde a una cuestión ideológica o política, sino a “simple y absoluto pragmatismo sobre las cosas que están sucediendo”. En su análisis, la dirigente peronista evitó centrarse en la reciente imposibilidad de Luis Caputo para obtener calificación financiera internacional, aunque subrayó que el objetivo del ministro era “seguir endeudando al país”. Kirchner afirmó: “Bienvenido el hecho de que no puedan seguir agravando la situación de endeudamiento estructural en la que nos han metido primero Macri y ahora Milei. Y las dos veces, por supuesto, el inefable Toto Caputo”.
La exvicepresidenta alertó sobre la imposibilidad del gobierno de renovar la totalidad de la deuda en pesos, una situación que, según ella, agrava la falta de dólares en el país. “No pudo renovar la totalidad de la deuda en pesos, tal como lo venía haciendo. Y no solo eso, sino que por el 58% que pudo rollovear, tuvo que pagar tasa positiva, o sea, tasa por arriba de la inflación”, detalló. Kirchner sumó a este diagnóstico el déficit de la cuenta corriente en el último trimestre, que ascendió a “más de 5.000 millones de dólares”, cifra que atribuyó principalmente a importaciones, salida de argentinos al exterior y pagos de deuda.