
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció este jueves la renovación por un año más del tramo activado del acuerdo de swap de monedas con el Banco Popular de China (PBOC, por sus siglas en inglés), por un total de 5.000 millones de dólares estadounidenses. Esta renovación extiende la vigencia del tramo activado hasta mediados de 2026, brindando al país un importante respaldo en divisas en un contexto de alta volatilidad financiera internacional.
Según el comunicado oficial del BCRA, el tramo activado del swap, que había sido puesto en funcionamiento en 2023, iba a comenzar a desactivarse de forma gradual a partir de junio de este año. Sin embargo, tras negociaciones con el gobierno chino, se acordó mantener la totalidad de los fondos disponibles por doce meses más. La medida fue celebrada por la entidad que conduce Santiago Bausili, quien destacó que esta herramienta será clave para «reducir riesgos en el proceso de transición hacia un régimen monetario y cambiario más consistente y sostenible».
El swap de monedas con China es un mecanismo financiero mediante el cual ambos bancos centrales se comprometen a intercambiar monedas propias (yuanes por pesos argentinos, en este caso) que luego pueden utilizarse para operaciones de comercio exterior o para fortalecer las reservas internacionales. Aunque formalmente no se trata de una deuda externa, el tramo activado funciona como un préstamo en moneda extranjera, ya que el BCRA puede acceder a yuanes convertibles y, en la práctica, utilizarlos como respaldo de su política cambiaria o para pagar importaciones chinas.
Este acuerdo, que se renovó por primera vez en 2014 y se ha ampliado en distintas ocasiones desde entonces, constituye uno de los pilares clave de la estrategia de reservas del BCRA. Actualmente, forma parte de los cerca de 18.000 millones de dólares en total comprometidos en el swap con el PBOC, aunque sólo una parte de ellos está efectivamente habilitada para su uso, como es el caso del tramo renovado.
La decisión de prorrogar el uso del swap fue interpretada por analistas como un gesto de confianza del gobierno chino hacia la gestión económica argentina, al mismo tiempo que refleja los estrechos vínculos comerciales y financieros entre ambos países. China es uno de los principales socios comerciales de Argentina, especialmente en sectores como la energía, la minería y la agroindustria.