
Aunque la compañía aún no ha anunciado oficialmente su salida, fuentes del sector aseguran que la decisión ya está tomada, luego de que se truncara un plan de producción de nuevos modelos.
Tras más de una década de operaciones en el país, Nissan enfrenta un contexto que la empuja a reducir su presencia en mercados emergentes.
Un impacto más allá de la empresa
El cierre de la planta no solo afectará a los trabajadores de Nissan, sino también a toda la cadena de proveedores y al mercado automotor en general. La compañía había desembarcado en Argentina en 2010 con grandes expectativas, invirtiendo 600 millones de dólares en una fábrica con capacidad para producir 70.000 unidades anuales y generando empleo directo para más de 1.000 personas.
Durante más de una década, la planta cordobesa fabricó modelos emblemáticos como la pickup Frontier y la SUV NP300, consolidando a Nissan como un actor clave en el segmento de vehículos utilitarios.