El presidente Javier Milei oficializó, mediante un decreto, la reducción de la edad mínima para portar armas de fuego a 18 años, dejando atrás el límite de 21 años que regía desde la sanción de la Ley Nacional de Armas y Explosivos. El cambio, publicado en el Boletín Oficial, argumenta la necesidad de armonizar la legislación con la mayoría de edad legal y la capacidad de los ciudadanos para asumir responsabilidades.
El decreto establece que los nuevos usuarios deberán cumplir con estrictos requisitos, como la ausencia de antecedentes penales, condiciones físicas y psíquicas aptas, y la acreditación de identidad ante autoridades policiales. La intención del Gobierno es modernizar el régimen de portación de armas, promoviendo trámites más simples para la tenencia legal y el registro transparente de las más de 800.000 armas en situación irregular en el país.