El líder de la banda narco «Los Monos» dice autopercibirse mujer

En una insólita maniobra, Ariel «Guille» Cantero, líder de la banda narcotraficante de Rosario «Los Monos», presentó más de diez hábeas corpus en los que dice autopercibirse mujer, con el objetivo de ampliar el listado de visitas que puede recibir en la cárcel, que hoy se encuentra limitado al mínimo. De esta manera, busca tener la posibilidad de continuar al frente de la banda que durante más de diez años dominó el tráfico de drogas a fuerza de sangre y balas en Rosario.
Al contrario de su hermano Claudio «Pájaro» Cantero, asesinado en 2013, quien tenía un perfil más conciliador y cerebral, «Guille» es conocido por ser sanguinario e impulsivo, lo que le valió una pena acumulada de 113 años de prisión con todas las condenas que recibió. La mayoría de sus familiares directos corrieron el mismo destino: están presos o fueron asesinados, por lo que el jefe de Los Monos, necesitó agregar a integrantes de su grupo de confianza para que lo visiten en el penal de Marcos Paz.
A pesar de los intentos de Cantero, diferentes jueces federales rechazaron al menos una decena de recursos de hábeas corpus en los que manifestó que se autopercibía mujer y solicitaba que lo visitaran hombres los que consideraba sus novios. «Guille» está calificado como un preso de alto perfil de gran capacidad económica, lo que le permite conseguir teléfonos celulares y de línea que le permitan continuar con el liderazgo de la banda a pesar de estar detenido: ha llegado a pagar hasta 100.000 dólares a dos jefes penitenciarios por una línea fija de teléfono. En una entrevista a LN+, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich explicó la situación: «El jefe de Los Monos presentó más de diez hábeas corpus en los que decía que se autopercibía mujer. Hablamos con los jueces, porque es mentira. No se los aceptaron. Después decía que quería casarse con un hombre. No lo dejamos».
Fuentes oficiales refuerzan la idea de que se trata de una estrategia desesperada de Cantero ante la urgencia que tiene por ampliar la cantidad de personas que lo visitan en la cárcel, ante la prohibición de que lo visiten amigos o cualquier persona fuera de su familia: hasta el momento, los únicos autorizados a encontrarse con el jefe narco son sus dos hijos, ambos menores de edad, y dos de sus hermanos, quienes tienen limitada su libertad de movimientos ante el constante seguimiento policial.
Desde abril pasado, Cantero y uno de sus sobrinos –también preso en Marcos Paz– tienen prohibido la utilización del teléfono público del pabellón. En aquella época se vivía en Rosario una situación de conmoción debido a la sucesión de cuatro homicidios ordenados por jefes narco para vengarse de la requisa ordenada por el gobernador Maximiliano Pullaro que ordenó sacarles todos los celulares a los presos. La medida obedeció a que las estadísticas elaboradas por el Ministerio Público de la Acusación (MPA) de Santa Fe indicaban que siete de cada diez homicidios ocurridos en el Departamento Rosario se ordenaban desde las cárceles, a través de celulares.