Durante la madrugada de este sábado, el Comité Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR) fue escenario de un violento ataque perpetrado por al menos cinco personas. Los intrusos forzaron la entrada a la oficina del presidente del partido, Martín Lousteau, destrozaron muebles, computadoras y revolvieron carpetas, papeles y archivos, sin llevarse ningún objeto. La sede, ubicada en la calle Alsina 1786, se encuentra a pocos metros del Congreso Nacional, lo que resalta la gravedad del hecho.
Según el comunicado difundido por la UCR, los atacantes ingresaron al edificio alrededor de la 1:30 a.m., utilizando como vía de acceso un inmueble contiguo. Las cámaras de seguridad del edificio registraron el ingreso y la permanencia de los intrusos por aproximadamente una hora. Uno de los involucrados permaneció en la vereda como campana, mientras los demás causaban destrozos en las oficinas principales de la sede.
Dentro de las oficinas, los atacantes dejaron un rastro de destrucción evidente. Dos notebooks y otros elementos de trabajo fueron encontrados tirados en el suelo, y los documentos y materiales de archivo quedaron revueltos y esparcidos. La UCR lamentó la gravedad del ataque y expresó su repudio a este «inédito» hecho, que consideran una vulneración sin precedentes a su principal sede partidaria.
El partido radical manifestó su exigencia de «un rápido esclarecimiento de los hechos y la identificación de los responsables» . La denuncia judicial ya fue presentada, y las autoridades del partido esperan que se investigue con celeridad para dar con los responsables de este acto de vandalismo y violencia. Para la UCR, este ataque representa una amenaza a la seguridad de sus instalaciones y a la integridad de la organización.
El incidente generó preocupación en el ámbito político, dada la proximidad de la sede a una zona clave de la vida pública y política del país. Desde la UCR remarcaron la importancia de que se tomen medidas para proteger los espacios de expresión y representación partidaria, asegurando que la democracia no sea amenazada por actos de intimidación y violencia de este tipo.
