Tras el último tramo de la paritaria sectorial que cerró la semana pasada, el Gobierno transmitió a los gremios que representan a los estatales nacionales su decisión de no conceder más aumentos salariales en lo que resta del año. La misma determinación fue anticipada también en otras negociaciones en las que el Estado discute salarios como empleador.
La orden bajada por Javier Milei a sus funcionarios es que se consolide una referencia para las paritarias en la actividad privada y así moderar o congelar (en el mejor de los escenarios para Casa Rosada) las subas salariales de modo tal de despejar este factor como presión sobre la inflación que el Ejecutivo aspira a que converja en un nivel lo más cercano a 0% al final del año.