El 5 de abril de 2021, por la tarde, el entonces ministro de Gobierno, Juan Manuel Chapo, recibió en su despacho de Casa de Gobierno a algunos referentes de movimientos sociales que venían reclamando distintos tipos de asistencia por parte del Estado. Chapo los escuchó pero como las respuestas no fueron las esperadas por sus interlocutores, uno de ellos, Gustavo Alfredo Monzón, se puso de pie, tomó entre sus manos una de las sillas que había en la sala y la arrojó con fuerza sobre el ministro, que sufrió algunas lesiones.
El episodio, claro, generó un gran revuelo en la sede gubernamental y el ambiente piquetero. Chapo, que tenía una mirada crítica sobre la manera en que la administración de Jorge Capitanich se vinculaba con la dirigencia piquetera, no dejó pasar lo ocurrido. Formuló la denuncia pertinente y tres años después la justicia se acaba de expedir: Monzón deberá pagar a modo de reparación económica una suma de 10.000 pesos, prestar 30 horas de servicios en alguna entidad de bien público y hacer terapia con un psicólogo.
A la vez, se le notificó a Monzón que durante los tres años de suspensión del juicio deberá «abstenerse de abusar del consumo de bebidas alcohólicas o de consumir estupefacientes» y «no cometer nuevos delitos y/o contravenciones».