Flavia Ochoa, tiene 39 años y vive en la localidad de Coronel Moldes, Córdoba, demandó por 100 millones de pesos a la farmacéutica AstraZeneca por haber supuestamente desencadenado un síndrome que la dejó lisiada luego de aplicarse la tercera dosis de la vacuna contra el Covid-19.
Aseguró que ahora depende a diario de la ayuda de los demás para poder moverse en su casa, ya que no puede llevar una vida normal ni trabajar.
Paralelamente a la multimillonaria demanda presentada contra la empresa en el Juzgado Federal de Río Cuarto, la semana pasada, la vacuna de AstraZeneca contra el Covid-19 comenzó a ser retirada luego de que la empresa admitiera en documentos judiciales que puede provocar un efecto secundario y la Comisión Europea anunció la anulación de la autorización para utilizarla.
La demandante cordobesa, junto con su pareja, demandaron a AstraZeneca y al Estado argentino. De acuerdo con la demanda, el 4 de enero de 2022, siguiendo las recomendaciones de “expertos”, se colocó la tercera dosis de la vacuna contra el Covid-19 (lote 77.946) en un centro de vacunación de la localidad de Coronel Moldes.
Algunas horas después, siempre según la demanda, comenzó con calambres fuertes y flojedad en las piernas. Su médica le dijo que podía ser un efecto adverso de la vacuna. Le suministraron decadrón y diclofenax para mitigar el fuerte dolor. Se le adormecieron las piernas y la derivaron a una clínica en Río Cuarto.
Según consta en la demanda, le realizaron diversos estudios y le diagnosticaron síndrome de Guillain Barré con cuadriparesia. Le advirtieron que estaría aproximadamente dos meses en silla de ruedas con rehabilitación.
La demanda, además de contra AstraZeneca, apunta también contra la responsabilidad del Estado nacional y la Administración Nacional de Medicamentos y Tecnología Médica (Anmat).