Los sospechosos, ante el avance de los uniformados, se perdieron de vista en la oscuridad y las malas condiciones climáticas para internarse en la espesura de la vegetación, mientras que en las cercanías, avanzaban los fieles en su regreso de la Basílica con el cansancio de las jornadas festivas.
Fue un procedimiento realizado por la Sección Núcleo, Sección «San Cosme», dependiente del Escuadrón 48, y Unidad de Inteligencia Criminal «Corrientes», de la Agrupación III de la Gendarmería Nacional.
En base a diversas investigaciones realizadas en conjunto, los efectivos llegaron hasta Puerto González que se emplaza en un área ribereña al río Paraná, donde unas personas al ver a los uniformados, se dan a la fuga en plena noche.
