El gobernador de Santa Fe volvió a ser amenazado de muerte
En medio de una serie de múltiples amenazas, el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, volvió a ser amenazado este lunes por la mañana.
La información se conoció luego de un llamada al 911 por parte de una empleada del ministerio de Desarrollo Social. Según se supo, se encontró un mensaje intimidatorio en el lugar. “Pullaro cuando sigan demoliendo casa y no búnker, vamos a matar a los de la municipalidad. Advertimos pacíficamente”, decía el escrito encontrado por empleados municipales.
Los investigadores ligan la nota al derribo de un punto de venta de droga ubicado en Ayacucho 4300 y otro en Viedma al 200, vinculados al clan liderado por Alan Funes, aliado al capo Esteban Alvarado. Incluso, una mujer será imputada en las próximas horas por amenazar a las personas que tiraban abajo una de las construcciones. Se trata de Leila S., pareja de Alan.
El derribo de bunkers narco, mientras tanto, continúa. Este lunes a las 9.15, el secretario de Seguridad Pública, Omar Pereyra, estará en la esquina de Necochea e Ivanosky, donde derribarán dos nuevos puestos de venta de drogas en el marco de la nueva Ley de Microtráfico.
Las amenazas contra Maximiliano Pullaro
El lunes de la semana pasada, se conoció que delincuentes dejaron una amenaza en el interior de la oficina de Migraciones. “Hay algo sugestivo sobre la donación de órganos”, apuntó en ese momento Pullaro.
Esa misma jornada, el gobernador reveló que su familia ya no vive en la provincia tras los mensajes. “Lamentablemente ya estoy acostumbrado desde que comenzó mi gestión, pero quiero ratificar el rumbo de seguir peleando contra la delincuencia en la provincia de Santa Fe y en la ciudad de Rosario”, dijo aquel día el mandatario santafesino.
El viernes se sucedieron otros dos hechos de amedrentamiento contra el gobernador, con el agravante de que se utilizaron edificios públicos para hacerlo.
“Pullaro narco, con los presos no se jode. Att: RR (sic)”, fue el mensaje que encontró el director de la Escuela de Educación Técnica Profesional Nº466 “Gral. Manuel Nicolás Savio” y personal de salud del centro Jean Henry Dunant cuando arribaron a Rouillón al 1100 para supervisar un operativo de Litoral Gas; y Teniente Agneta al 1400 para prestar sus servicios.
La situación solo escala en tensión desde que el gobernador asumió y ordenó controles estrictos a detenidos en las cárceles provinciales como el penal de Piñero, que alberga a sicarios y jefes de segundas líneas.
En la investigación que llevaban a cabo los fiscales se barajaron dos hipótesis sobre la firma de las notas arrojadas en la puerta del Hospital Clemente Álvarez y de una sucursal del banco Macro, donde se hizo alusión al pabellón 9 de la cárcel de Piñero. De acuerdo a una hipótesis de los investigadores, una posibilidad es que un preso que estaba alojado allí haya sido trasladado recientemente al sector de alto perfil y haya buscado torcer la decisión.