Mató a su padre, lo descuartizó y lo metió en una valija
La madrugada de Navidad tuvo un momento escalofriante, cuando, dentro de una valija, en una plaza, se encontraron partes del cuerpo de quien fuera Atilio Pachu, un hombre que tenía 83 años. El horror no se detuvo allí, ya que la investigación policial, ayudada por las cámaras de vigilancia, pudo esclarecer el crimen rápidamente, y encontrar la cabeza y las manos de Pachu en un congelador, en la vivienda de su hijo, un cocinero de 46 años.
La valija y los restos humanos fueron encontrados minutos después de las 4, en una plaza ubicada en la esquina de República Argentina y Paso de la Patria. Allí, un vecino de 37 años, que vive a los pocos metros, salió de su casa y observó una valija negra de grandes dimensiones. La curiosidad pudo más que la prudencia, y el vecino abrió la valija, y con ello, dio paso a la investigación del hecho criminal más bizarro de los últimos tiempos en Argentina.
Los policías, llamados rápidamente por el vecino, constataron que adentro de la valija, y envuelto en una sábana con manchas de sangre, había un cadáver mutilado. Se preservó la escena, y se convocó a los peritos de la Policía Científica. La primera evidencia constatada fue que al cadáver le habían amputado la cabeza, las manos y el pie derecho.
Los investigaron comenzaron a analizar las imágenes de las cámaras de seguridad de los alrededores. Precisaron así que la valija fue arrojada en la plaza alrededor de las 2.40. Fue relativamente sencillo reconstruir el recorrido inverso de quien trasladó la valija, y así arribaron hasta un domicilio de la zona, e identificar a la víctima, como Atilio Pachu.
Los efectivos detuvieron al hijo, un cocinero de 46 años, pues él era el registrado en las imágenes de las cámaras de seguridad, saliendo de la vivienda con una valija con rueditas. En el domicilio del sospechoso se secuestró una cuchilla y se hallaron manchas de sangre y signos de arrastre de un cuerpo.
Las imágenes analizadas también mostraron al sospechoso arrojar una bolsa en un cesto y si bien en un primer momento se creyó que allí estarían los miembros faltantes, los investigadores encontraron la cabeza, las manos y el pie, ocultos en el freezer del domicilio allanado.
El fiscal Martín Rodríguez, caratuló la causa como «homicidio» y también convocó para la pesquisa a los detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Avellaneda-Lanús y de Casos Especiales.