
Lo que se sospechaba, ocurrió: en agosto la inflación volvió a tener una disparada y alcanzó el 12,4 por ciento, así acumula un 80,2 por ciento en los primeros ocho meses del año.
El número llega después de la devaluación del dólar oficial que realizó el gobierno nacional tras las elecciones primarias, medida a la que Sergio Massa se refirió como «obligatoria» para que el Fondo Monetario Internacional realice desembolsos hasta fin de año.
En junio, la inflación había sido del 6,3 por ciento. La cifra de agosto es la más alta desde 1991.