La Corte Suprema de Justicia desestimó un planteo de habeas corpus interpuesto por la defensa de los rugbiers condenados por el homicidio de Fernando Báez Sosa, contra las prisiones preventivas dictadas en 2020.
Según Hugo Tomei, abogado de Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (23), Ayrton Viollaz (24), Ciro Pertossi (23), Lucas Pertossi (24), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (22) y Luciano Pertossi (21), había argumentado que la preventiva para todos ellos eran «arbitrarias».
Así, el máximo tribunal de la Nación ratificó lo actuado por la Sala II del Tribunal de Casación bonaerense cuando, en julio de 2020, declaró «inadmisible» el planteo de la defensa que cuestionaba las prisiones preventivas.
Y como el tribunal provincial rechazó el recurso extraordinario contra su resolución, el defensor presentó una queja la Corte Suprema, que fue finalmente desestimado con las firmas de su presidente Horacio Rosatti y la de los ministros Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti.
La prisión de los rugbiers
Los ocho rugbiers condenados por el crimen cometido en enero de 2020 en Villa Gesell, permanecen alojados en la Alcaidía 3 de Melchor Romero y el martes pasado fueron llevados ante la Sala II de Casación, en La Plata.
Allí participaron de una audiencia oral en el que las partes respaldaron sur recursos de apelación de la sentencia de primera instancia dictada en febrero pasado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores. En esa audiencia, Máximo Thomsen insistió en que no planearon matar a Fernando ni tuvieron intención de hacerlo.
Este joven fue el único de los condenados que optó por hablar ante los jueces Mario Kohan, Fernando Mancini Hebeca y María Florencia Budiño, y entre sollozos cuestionó la legalidad del proceso desde su inicio, en línea con los planteos realizados por la defensa.
Thomsen, Comelli, Benicelli, Luciano y Ciro Pertossi fueron condenados a prisión perpetua por el crimen, mientras que Cinalli, Viollaz y Lucas Pertossi quienes recibieron una pena de 15 años de cárcel.