Unos 56 gigabytes del contenido de la tablet de Natacha Jaitt, quien falleció en febrero de 2019 en la localidad bonaerense de Benavídez, fueron extraídos este jueves en los laboratorios forenses de Gendarmería Nacional ante los fiscales que investigan las circunstancias de su muerte. En tanto, su madre y el hermano de la modelo reiteraron que están convencidos de que fue «asesinada» y denunciaron «corrupción» judicial en la causa.
La diligencia se desarrollaba desde las 9 de la mañana y continuaba esta tarde en la sede de los laboratorios de División Forense Digital de la Dirección de Criminalística de la Gendarmería Nacional (GNA), en el edificio Centinela de la fuerza, en Retiro, donde el 7 de este mes, el dispositivo electrónico fue desbloqueado luego de cuatro años y más de 100.000 intentos de claves.
Una fuente judicial reveló que «se extrajeron 56 gigas pero de todo el contenido del iPad y no todo es información. Eso incluye aplicaciones y otros archivos que ahora serán analizados en detalle».
Esta mañana, otras fuentes calculaban «una jornada de trabajo de 15 horas».
Allí se presentaron Cosme Iribarren, Diego Callegari y Sebastián Fitipaldi, los tres fiscales del departamento judicial San Isidro que conformaron el equipo de investigación de la causa que está caratulada como «averiguación causales de muerte».
Aparte de los fiscales de la causa Jaitt, los fiscales federales Carlos Rívolo, Marcelo Colombo y María Alejandra Mángano -éstos dos últimos de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex)- enviaron peritos de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (Datip) para que estén presentes en la apertura de los archivos de la tablet.
Es que ellos investigan al productor de TV y exganador del programa Gran Hermano, Marcelo Corazza, actualmente detenido, ya que Natacha lo había mencionado como uno de los implicados en una red de pedofilia.
«La idea es que presencien la operación de extracción para ver qué hay de contenido. Si se hace una sola copia, va a quedar en poder de los fiscales de la provincia y nosotros accederemos después a su contenido», dijo una fuente judicial de la causa Corazza.
Quienes formularon declaraciones a la prensa al ingresar al edificio de Gendarmería de avenida Antártida Argentina 1480 fueron Aliza Damiani y Ulises Jaitt, madre y hermano de la modelo fallecida.
«La expectativa que tengo es baja, en el sentido de que puede haberse anulado mucha información. Ojalá nos sorprenda. Porque sabemos que la Justicia es corrupta. Sabemos que los fiscales trabajan para (el dueño del boliche Xanadú, Gonzalo) Rigoni, y lo que tenemos en claro es que Rigoni asesinó a mi hija», dijo Aliza a la prensa.
La madre de la modelo dijo que el de su hija «es el único caso a nivel penal que está sucediendo en la Argentina donde llevan cuatro años y cuatro meses para abrir una tablet».
«Ustedes saben que no fue cuidada la zona cuando asesinan a Natacha», afirmó Aliza y denunció que un policía había ido «a embarrar la cancha». «No puede haber muerto de sobredosis en dos horas. Es imposible», agregó.
Consultada sobre por qué cree que mataron a su hija, Aliza respondió: «Estaba en situación de que tenía en tribunales varias denuncias, sobre todo con el caso de la pedofilia en Independiente, también había otras investigaciones que a ella la tenían preocupada y ocupada. Tenía una información muy seria».
A su vez, recordó que en el marco de la causa al falso abogado Marcelo D’Alessio, el juez Alejo Ramos Padilla le «encuentra una carpeta que dice ‘Operación Jaitt'».
Por su parte, el hermano, Ulises Jaitt, admitió que no tiene expectativas con el análisis del contenido del iPad.
«No va a haber nada. Estoy preparado para escuchar cualquier cosa acá adentro. Hace tres años y medio la tablet duerme acá. La tienen encajonada, bien guardadita», afirmó.
El hermano de Natacha cargó contra los tres fiscales del departamento judicial San Isidro que investigaron la muerte de su hermana, a quienes acusó de «corruptos».
«Tenés un fiscal peor que otro, los tengo recusados. Estoy esperando que los corran», comentó Ulises, quien también denunció que «la autopsia la trucharon».
«Nos quieren vender que tenía un corazón deteriorado y yo tengo estudios de tres meses antes que me hablan de un corazón en perfectas condiciones sin cardiopatía evidente. Acá armaron todo», concluyó.
La tablet de Jaitt, un iPad Apple modelo «A1670», fue desbloqueada de manera completa el 7 de este mes en los laboratorios de la Dirección de Criminalística de la GNA.
El propio ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, explicó ese día vía Twitter que para abrir el iPad Gendarmería «utilizó la última versión de un software forense denominado UFED (Universal Forensic Extraction Device) adquirido este año por el Ministerio de Seguridad de la Nación para las fuerzas».
La apertura del este dispositivo de Jaitt era la última medida que esperaban lograr para terminar de investigar las circunstancias de la muerte de la mediática e influencer.
Ya se había logrado abrir su teléfono celular, marca Samsung, pero allí no se habían encontrado mensajes o contenidos de interés.
En marzo de 2020, los peritos de la GNA habían logrado una extracción parcial de 4.1 gigabytes comprimidos del contenido de este iPad que incluían casi 20.000 fotos y 370 videos.
Según fuentes judiciales, a partir de los testimonios reunidos y los videos de las cámaras de seguridad del salón de eventos donde ocurrió todo, los fiscales creen que esa noche la tablet nunca salió de la mochila de la modelo.
El caso
Jaitt (41) murió la madrugada del 23 de febrero de 2019 en el salón de fiestas «Xanadú», situado en Isla Verde al 600, de Villa La Ñata, Benavídez, partido de Tigre, al que había concurrido por una reunión de negocios para programar un evento.
En un momento de la noche, durante la cual se consumieron drogas y alcohol, la conductora y modelo subió a una habitación donde sufrió una «insuficiencia respiratoria por edema agudo de pulmón» y una «falla multiorgánica», y murió, según los resultados de la autopsia.
Las pericias toxicológicas confirmaron que Jaitt consumió cocaína y alcohol antes de morir en el salón de fiestas Xanadú, y no detectaron la presencia de ningún veneno.
La familia Jaitt siempre sospechó que la muerte de Natacha podía haber sido un homicidio vinculado a algunas denuncias que Natacha había hecho públicas, aunque para los fiscales todo indica que fue producto del deteriorado estado de salud que presentaba y de la ingesta voluntaria que esa noche hizo de cocaína.