El Tribunal Oral en lo Criminal 1 de la ciudad de Dolores ordenó este mediodía que se investiguen a Juan Pedro Guarino y a Tomás Colazo por los delitos de falso testimonio, tal como había sido solicitado la fiscalía.
Los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lazzari y Christian Rabaia hicieron lugar al planteo de la fiscalía para que se extraigan copias de la causa y se inicie una investigación para establecer si los dos rugbiers que no fueron sometidos a juicio cometieron falso testimonio.
En la etapa de alegatos por el crimen de Fernando Báez Sosa, la fiscalía había pedido que se procesen por “falso testimonio” a Guarino y Colazo, quienes habían declarado como testigos.
El fiscal Juan Manuel Dávila aseguró en su alegato en el juicio que ambos amigos de los acusados habían mentido en su declaración: «Estuvieron ahí, vieron todo pero dijeron que no recordaban nada».
Las declaraciones de Guarino y Colazo
Guarino y Colazo declararon el pasado 16 de enero. El primero estuvo imputado y detenido por el crimen de Fernando, pero luego fue sobreseído. Al segundo se lo conoció como “el rugbier número 11”, estuvo presente en la noche del crimen y fue testigo, pero no estuvo implicado en la golpiza mortal.
En su declaración, Juan Pedro Guarino, de 22 años, negó haber hablado con los ocho rugbiers imputados sobre el crimen luego del ataque.
Al momento de repetir quiénes eran los involucrados en la pelea que tuvo lugar dentro del boliche Le Brique de Villa Gesell, Guarino señaló a Máximo Thomsen y (Matías) Benicelli.
“Imaginé que iban a pelearse de vuelta y no lo podía creer”, sostuvo Guarino en su declaración en el juicio.
«Veo a Thomsen y a un chico tirado en el piso. Después me entero quién era, me entero al otro día. Cuando veo eso no lo podía creer. Me enojó muchísimo y me fui”, dijo sobre el crimen de Fernando Báez Sosa.
Al ser consultado por Burlando sobre cuál fue el panorama con el que se encontró, Guarino describió: «Máximo al lado de alguien tirado en el piso. No se movía. No pude ver mucho. Me imaginé que se estaban peleando, nunca me gustó, no lo podía creer, sentí vergüenza y me fui».
Tomás Ítalo Colazo -quien era menor de edad al momento del hecho y nunca estuvo involucrado en el caso- recordó haber visto a Fernando «cerca» de los acusados Máximo Thomsen y Ciro Pertossi tras «una pelea» frente al boliche «Le Brique» y contó que al ver a la víctima caída le puso «el brazo a Máximo en el pecho» y lo tiró «para atrás», con «la intención de que no se peleen más».
Colazo no pudo precisar quiénes le pegaron Fernando: «Lo que yo vi cerca fue a Máximo, me acuerdo ver de cerca a Ciro. Pegar bien, no vi quién, no estoy seguro. Luego de ponerle el brazo a Thomsen, me mira y mucho recuerdo no tengo«, detalló.
Ante una pregunta de Burlando sobre esa «pelea», Colazo dijo que luego se retiraron «caminando por esa cuadra» sin sentirse preocupados por la persona a la que habían agredido.