El gobernador Jorge Capitanich destacó desde Fuerte Esperanza, junto al presidente Alberto Fernández y funcionarios nacionales y provinciales, la inversión del Estado nacional en obras claves para garantizar derechos en las comunidades de El Impenetrable, y la mirada federal e inclusiva que tiene todo el gabinete nacional hacia el Chaco.
Capitanich dio cuenta de la recorrida que junto al Presidente hizo por las obras del acueducto de El Impenetrable, en el tramo de abastecimiento que corresponde a Fuerte Esperanza.
“Es una de las obras más emblemáticas que usted, Presidente, inauguró en su primera etapa en Nueva Pompeya”, marcó, y recordó que este ducto cubrirá 105 kilómetros para abastecer con agua potable a más de 4000 familias, entre las cuales se incluyen habitantes de 63 parajes.
Además del tendido del acueducto y las redes domiciliarias, esta obra prevé también la ejecución de 1000 techos para recolección de agua y cisternas de 16 mil litros para pobladores rurales dispersos.
“El acueducto nace en el río Bermejo, y pasa por El Pintado, Wichi, El Sauzal, Misión Nueva Pomeya y Fuerte Esperanza. Todas las localidades tendrán redes domiciliarias, y en mayo tendremos agua en todos los lugares donde nos hemos comprometido”, afirmó.
“Cuando asumimos el 10 de diciembre de 2007, había en el Chaco dos acueductos con una vida útil agotada. Vamos a terminar 2023 con 24 acueductos, pasando de 384 kilómetros a 1700, y de 140 mil conexiones a cerca de 400 mil, logrando llegar a muchas familias que antes no tenían agua potable”, subrayó el gobernador.
En esa línea, dijo que “la provisión de agua potable a poblaciones rurales, a parajes y a centros urbanos en El Impenetrable es una verdadera reparación histórica que debe enaltecer la gestión de gobierno que empezó con la reivindicación de Néstor Kirchner, y que continuó con Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández en Argentina”.
“En El Impenetrable chaqueño tener agua potable significa garantizar desterrar la diarrea estival y lograr una mejor calidad de vida para nuestros niños. Por eso logramos reducir la mortalidad infantil de casi 20,9 por mil a 9,1 por mil. Eso es producto de obras de provisión de agua potable y de saneamiento ambiental que debemos seguir extendiendo a lo largo y ancho de la provincia”, dijo Capitanich, y marcó que esto “es posible porque hay transferencias sociales directas que garantizan el derecho a la alimentación; porque hay infraestructura escolar, sanitaria y equipamiento”.