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La Aduana secuestró 14 vehículos con matrícula paraguaya por contrabando de combustible

Agentes especializados de la Dirección General de Aduanas-AFIP apostados en Posadas, Misiones, descubrieron una serie de operaciones de contrabando de combustible que culminaron en el secuestro de 12 vehículos.

Un análisis del organismo que dirige Guillermo Michel encontró que determinados vehículos con matrícula extranjera estaban cruzando la frontera entre Argentina y Paraguay con una frecuencia inusitada: hasta seis veces por día.

Ya con las matrículas identificadas, cuando los automóviles en cuestión volvieron a presentarse en el paso fronterizo, los inspectores aduaneros los sometieron a controles exhaustivos. Fue así que descubrieron que contaban con tanques de combustible modificados, con sistemas de extracción que no eran los originales de fábrica, por lo cual se presume que la intención detrás de la excesiva asiduidad de los cruces era el contrabando de combustible.

En consecuencia —teniendo en cuenta que además pretendían salir o, en su defecto, ingresar al país por los carriles asignados al turismo—, la Aduana secuestró los vehículos involucrados por infracción al régimen de equipaje, ya que, en efecto, el combustible no es una mercadería admitida por esa vía.

El valor de la mercadería incautada en el procedimiento asciende a $25 millones.

EN IGUAZÚ

El Paso Fronterizo Internacional Iguazú – Foz de Iguazú, que une nuestro país con Brasil, fue la escena de dos casos similares a los observados en Posadas. Personal aduanero asignado al control de salida encontró que una van paraguaya llevaba escondidas 25 botellas de gaseosa con 50 litros de nafta súper y 3 bidones con 90 litros de gasoil. Los diferentes envases estaban escondidos ya sea debajo de los asientos o sobre los mismos, tapados con una manta.

Poco después, controles de rutina realizados sobre un segundo vehículo —también de matrícula paraguaya— descubrieron 15 botellas de gaseosa con 29 litros de nafta súper ocultas entre los accesorios del equipo de sonido del automóvil.

En estos procedimientos, a diferencia de lo ocurrido en los de Posadas, se secuestraron las botellas de combustible y no los automotores, por lo cual la mercadería secuestrada está valuada en $52.194.

Cabe señalar que, más allá de las infracciones al régimen de equipaje, ambos operativos desarticularon maniobras sumamente peligrosas por el riesgo de explosiones. Bastaba que una chispa o un cigarrillo encendido entrara en contacto con el combustible transportado en forma flagrantemente insegura para que se produjera una tragedia.

Es así que los controles aduaneros, además de velar por la transparencia del comercio internacional, también hacen a la seguridad pública.

Fuente: Prensa Dirección General de Aduanas

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