
El presidente Alberto Fernández inauguró este lunes el 39° período de sesiones de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), donde Argentina tendrá la presidencia pro témpore tras 59 años, donde hizo un llamado a la unidad regional y los desafíos de América Latina en el desarrollo económico en medio de la “coyuntura regional compleja”, donde «nadie se salva solo», destacó en su discurso.
En ese marco, Fernández dio un discurso enfocado en dos pilares: la salida tras la pandemia y sus efectos y el conflicto Rusia-Ucrania, que generó desequilibrios e impactó sobre la economía global. “El conflicto bélico genera un impacto claramente negativo sobre la economía global y América Latina no puede escapar a ello”, manifestó ante el auditorio.
“Vivimos en el continente más desigual del mundo, donde la brecha entre ricos y pobres es la más profunda del planeta”, sostuvo el presidente, y señaló: “Ahora nos toca encontrar los modos para no postergar el desarrollo de sociedades que necesitan crecer en un marco de mayor equidad”.
“Se agravan las dificultades de logística sobre las cadenas de valor, con un fuerte impacto en el precio de la energía y los alimentos”, precisó, y reafirmó la convicción de “la esperanza, la oportunidad y la necesidad de enfrentar creativamente nuevos desafíos”.
A su vez, Fernández remarcó que “la dramática experiencia de la pandemia dejó enseñanzas sobre el impacto de las políticas sociales y el rol del Estado para aumentar la resiliencia y la capacidad de recuperación de la economía”.