Pedía auxilio porque querían secuestrar a su hijo, pero era mentira: eran policías comprando bizcochitos
Este jueves. en horas de la mañana, sobre la avenida Chaco y calle Mármol. Una mujer afirmó que intentaron secuestrar a su hijo pero testigos de la zona desmintieron el hecho.
Los efectivos de la Comisaría Quinta se dirigieron cerca de las 11:10 de la mañana hasta el domicilio de una señora quien solicitó la presencia por un posible intento de secuestro. En ese sentido, la mujer les explicó la situación a los policías y dijo que mientras se encontraba saliendo de la peluquería por las calles mencionadas junto a su hijo de 7 años una camioneta blanca marca Toyota Hilux sin patente y con vidrios polarizados frenó cerca de ellos y descendieron tres hombres que intentaron secuestrar a su hijo menor de 7 años.
Así, la mujer siguió con su explicación y afirmó que dos de ellos se bajaron excepto el acompañante. En ese marco, el hecho relatado por la señora fue que el chofer y otra persona más intentaron agarrar a su hijo por lo cual ella comenzó a gritar , entonces el conductor le habría dicho que eran policías y que solamente iban a bajar a comprar bizcochitos.
Tras esto, las autoridades policiales de la Comisaría Quinta se dirigieron hasta una panadería ubicada por la avenida Chaco para dialogar con una testigo. De acuerdo a lo informado por la Policía del Chaco, esta testigo remarcó que se encontraba afuera de su local mientras limpiaba y observó que un hombre se bajó de la camioneta e intentó ingresar al local para comprar bizcochitos y, de repente, una mujer comenzó a gritar sin sentido.
Luego, otra testigo también desmintió los relatos de la mujer que afirmaba que habían querido secuestrar a su hijo. Este segundo testimonio fue de la peluquera que le había cortado el pelo al menor de 7 años. Allí, la misma expresó que cuando la madre del menor salió del lugar empezó a gritar mientras estaba saliendo un hombre de la panadería con bizcochitos, entonces este hombre, que afirmó ser policía, dijo que desconocía por qué gritaba la señora.
La mujer había reenviado un audio a sus contacto, advirtiendo su desesperación del momento. Sin embargo, todo fue una mentira.