Rusia anticipó que se vive el prólogo de «la Tercera Guerra Mundial»
El gobierno de Rusia asegura que las garantías de seguridad que reclama Ucrania, como paso previo a la búsqueda de una salida negociada a la guerra, supone «una amenaza» para su seguridad nacional, motivo por el que mantiene la ofensiva militar.
El expresidente ruso y hombre de confianza de Vladimir Putin, Dimitri Medvedev, aseguró que Ucrania sigue con intenciones de unirse a la OTAN y que las peticiones son «el prólogo de la Tercera Guerra Mundial».
En tanto, aseguran que Vladimir Putin no quiso alcanzar un acuerdo con Ucrania antes de la invasión pese a que desde Kiev se comprometieron a mantener su neutralidad. Según informó Reuters, el presidente ruso no quiso aceptar un pacto con el gobierno de Volodimir Zelenski a través del cual aceptaban no entrar en la OTAN para que Moscú no lanzase su ofensiva.
Estos hechos serían anteriores al 24 de febrero por lo que podrían desmontar la teoría de que la principal razón de Moscú para iniciar la guerra fuera precisamente la expansión hacia el este de la Alianza Atlántica. En un momento de las conversaciones, Putin aseguró que la neutralidad ucraniana no era suficiente y había ampliado sus objetivos para incluir la anexión de franjas de territorio, sin especificar de qué zonas se trataba.
Por otro lado, los Servicios de Inteligencia de Estados Unidos acusan a Rusia de haber financiado con 300 millones de dólares a partidos y candidatos de otros países con el objetivo de influir en su vida política. Según publica el diario The Washington Post, que citó a fuentes anónimas del Gobierno estadounidense, indicó que lo habría hecho con una veintena de países, entre los que se encontraría Albania, Montenegro, Madagascar y, «potencialmente», Ecuador.
Mientras, la guerra sigue avanzando y Ucrania mantiene su contraofensiva. Por lo pronto el presidente Zelenski realizó este miércoles una visita a la localidad de Izium, situada en la región de Járkov y «liberada» recientemente de las tropas rusas, donde asistió a la ceremonia oficial de izado de bandera.
«Antes, al mirar hacia arriba, siempre buscábamos el cielo azul, el sol. Ahora, especialmente en los territorios ocupados, estamos buscando sólo una cosa: la bandera de nuestro país», sostuvo el mandatario ucraniano.
Kiev estima en más de 4.000 kilómetros cuadrados el territorio que le ha ganado a las fuerzas rusas en el este de Ucrania durante estas últimas semanas. Moscú, por su parte, mantiene que el repliegue de sus tropas fue voluntario e incide en que ahora la prioridad del Ejército es el Donbás, donde se han recrudecido los enfrentamientos en las últimas horas.