Prisión preventiva para el policía que mató a Luciano Olivera
El adolescente de 16 años fue asesinado de un disparo en el pecho, el pasado 10 de diciembre, en un control policial de la ciudad de Miramar.
Este viernes, la Justicia de Mar del Plata dictó la prisión preventiva para el policía acusado de matar de un disparo al joven de 16 años, Luciano Olivera, el pasado 10 de diciembre, en Miramar.
Por el hecho, el efectivo Maximiliano Abel González, de 25 años, fue acusado de «homicidio triplemente agravado por haber sido cometido por miembro de una fuerza de seguridad, mediante el empleo de armas de fuego y con alevosía», el cual prevé en un futuro juicio oral la prisión perpetua.
Además de González, están detenidos los policías Nélson Albornoz, Rocío Mastrángelo y Kevin Guerricagoitia, quienes están imputados de los delitos de «encubrimiento doblemente agravado y falso testimonio en concurso ideal».
Para la fiscal Ana María Caro, está acreditado a través de diversos testimonios y pruebas obtenidas en la investigación que González asesinó de un disparo a Luciano, en la madrugada del viernes 10 de diciembre último.
El hecho
«Personal policial perteneciente al Comando de Patrullas de Miramar se encontraba realizando tareas de prevención de delitos en la vía pública y fue convocado por radio llamada porque habría música alta en el anfiteatro de la plaza céntrica delimitada por calles 21, 24, 23 y 26 de Miramar», relató Caro en su pedido de prisión preventiva.
Luego, un móvil policial comenzó el seguimiento de una moto marca Yamaha YBR 125, conducida por el adolescente, hasta la intersección de avenida 9 entre calles 34 y 32, de Miramar. Allí, «Luciano Olivera se encuentra de frente con otro móvil policial siendo una pick up Toyota Hilux, que se incorporó a la interceptación» de la víctima.
El patrullero frenó «bruscamente sobre la avenida 9 en dirección al mar, al observar al joven en el motovehículo sobre la Avenida 9 en sentido contrario y en dirección hacia Av. 40, descendiendo tres efectivos policiales en el lugar y quedando una cuarta efectivo dentro del móvil, quienes habrían dado la voz de alto».
Según la fiscalía, «el oficial de Policía Maximiliano Abel González, quien había descendido del lado izquierdo trasero del aludido móvil policial, y actuando sobre seguro, con claras intenciones de darle muerte -toda vez que el joven Olivera no poseía elemento alguno que pudiera poner en riesgo inminente la vida del personal policial actuante ni de terceros-, extrajo su arma reglamentaria pistola marca Bersa calibre 9 milímetros -que contaba con 14 municiones-«.
De acuerdo a la instrucción, el acusado efectuó un disparo «en forma sorpresiva contra la humanidad de Luciano Olivera», quien no pudo conocer su «acción intempestiva a los fines de ponerse a resguardo, pues conducía el motovehículo y el mismo se encontraba aún en movimiento a una distancia mayor a un metro, desde donde se encontraba González y los demás efectivos».