Gustavo Darío Sosa, de 40 años, se fugó inexplicablemente de la Comisaría Primera de Juan José Castelli, donde estaba detenido desde abril en el marco de una causa en la que se investiga la muerte de una mujer.
Los guardias dijeron haber advertido la novedad al hacer el recuento de presos la mañana del sábado. En una de las paredes de la celda, que da a la calle, hallaron un pequeño boquete, pero por sus dimensiones está descartado que Sosa haya escapado por ahí.
El fiscal Adrián Roggero inició inmediatamente la investigación y ordenó la detención de los 6 policías que integraban la dotación y más tarde también fue detenido el segundo jefe de la comisaría al conocerse que se encontraba en el lugar en el lapso en que habría ocurrido la fuga.
También fueron secuestrados los teléfonos del prófugo y de los 7 policías que recuperaron la libertad este domingo pero continúan supeditados a la causa caratulara “supuesto favorecimiento de evasión”.
Mientras, ni las autoridades de la Policía del Chaco ni del Ministerio de Seguridad hicieron alguna referencia al hecho. Tampoco hay publicaciones al respecto ni en el sitio de la fuerza ni en el del Gobierno. Ni siquiera fue publicada la imagen del prófugo para el habitual pedido de “colaboración” a la comunidad.