La madre de la menor contó que mató a su hija porque tenía «un chip de bestia en la cabeza».
Policías brasiñeños detuvieron a una joven de 21 años acusada de matar a su beba de cinco meses a la que descubrieron cuando salió a pasear con el cadáver en el cochecito.
La mujer asesinó a la menor mientras la bañaba su vivienda de Vila Bandeirante, en Campo Grande.
Después se fue con el cuerpo inerte de la pequeña a visitar a una amiga.
De acuerdo con la otra mujer, le extrañó que la beba no hiciera ningún ruido o movimiento durante la visita y, al revisarla, se dio cuenta de que estaba muerta.
A raíz de ello, convenció a su amiga de que juntas llevaran a la beba a un hospital cercano, donde los médicos confirmaron el deceso.
Fernanda Piovano, a cargo de las investigaciones, informó que un médico de guardia «vio las heridas y pidió auxilio».
Los médicos notaron que la menor había muerto horas antes de ser llevada al centro de salud y que, además de los signos de ahogamiento, tenía evidencias de haber sido violada, según medios locales.
Al ser interrogada, la acusada confesó el crimen y contó que lo hizo porque su hija tenía «un chip de bestia en la cabeza», señaló el portal Campo Grande News. Respecto a la violación de la víctima, aseguró no saber nada.
La mujer, quien además es madre de otros dos menores, quedó arrestada y será procesada por homicidio intencional.
El caso es procesado por la Policía Especializada de Protección a la Niñez y Adolescencia.