Precarización, salarios bajos y multitareas, escollos comunes de las y los comunicadores chaqueños

Desde el Frente de Trabajadoras de la Comunicación alertaron sobre el complejo escenario en el que hombres y mujeres desarrollan tareas en los distintos medios de la provincia. Un gran porcentaje percibe salarios muy inferiores a la Canasta Básica y se vio obligado a costear el paso a la virtualidad impuesto por la pandemia con recursos propios. «Falta un poco de conciencia, desde lo individual, pero también desde lo colectivo y de poder entendernos como un grupo de trabajadores y trabajadoras», consideró Andrea Bonnet, integrante del espacio.

Como cada 7 de junio, se conmemora este lunes en el país el Día del Periodista, en un contexto por demás complejo desde lo económico por las vicisitudes que impone la pandemia de COVID-19, pero también por cuestiones estructurales que generan demandas de larga data en un sector caracterizado por la precariedad laboral y los bajos salarios. Este año, buena parte de esta información básica se recopiló a través de un interesante trabajo llevado a cabo por el Frente de Trabajadoras de la Comunicación, un espacio conformado por profesionales de la provincia que busca visibilizar y poner en el centro del debate la problemática del sector, con una perspectiva que hace eje en los derechos humanos.

Andrea Bonnet integra el Frente desde su creación y comentó en declaraciones a Radio Provincia que es el tercer año que quieren conocer cuál es nuestra situación acá en el Chaco: «Hay muy pocos datos a nivel nacional acerca de cómo está actualmente trabajando el periodismo, y bueno, nos parecía sobre todo en este contexto difícil de pandemia, donde los y las periodistas fuimos esenciales desde el primer momento y, claramente, tenemos un rol importante a la hora de informar», dijo.

Cifras relevantes

De la encuesta participaron  cerca de 120 periodistas y comunicadores de toda la provincia. Entre lo más relevante se destacan los datos vinculados con la cuestión de la precarización laboral. «Muchos están en condición de monotributista, digamos, básicamente sin contratación, tanto en el sector público como privado, trabajando en áreas de prensa y de comunicación», alertó.

A la vez, del sondeo surge que «de todos los que contestaron, una mayoría están trabajando en medios digitales más que en los medios tradicionales o en la comunicación institucional». «Lo más preocupante» surge en el orden de lo económico. «Casi el 23% de los que contestaron esta encuesta están ganando menos de 20.000 pesos, un número que es realmente bajo, sobre todo porque lo comparamos con los valores del Salario Mínimo Vital y Móvil (por encima de los 24.000 desde mayo) y con los datos de la última canasta básica publicada por el INDEC, que es por encima de los 26.600 pesos mensuales.  «Hay un alto porcentaje de compañeros y compañeras que cobran un salario que está por debajo de estos indicadores, que son básicos y esenciales», sintetizó.

El trabajo también se enfocó en determinar la brecha de género que existe en el ejercicio de la profesión. «Se ve que mayormente las mujeres le dedican muchas horas más los varones al trabajo, esto se puede comparar con algunos datos que fuimos relevando y también en términos salariales, se puede ver cómo la brecha de género también se diferencia donde mayormente varones ganan mejores que las mujeres por igual tarea», aseguró Bonnet.

Impacto de la pandemia

El impacto de la pandemia también tuvo espacio importante en el trabajo de las comunicadoras: cerca del 88% de los que respondieron la encuesta tuvo que trabajar desde la casa y de ese universo el 80% no recibió apoyo financiero para encarar las nuevas tareas. «Es decir, que tuvimos que seguir trabajando desde nuestras casas, pero bueno, con nuestros propios recursos, tanto técnico tecnológico como la conexión a Internet», expuso.

En cuanto al escenario general en el que las o los periodistas realizan sus tareas, marcado por la precarización y los bajos salarios, aún cuando se trata de trabajo registrado; lo que obliga a buscar varias fuentes de ingresos; la ex conductora de Radio Libertad marcó que «es como que en la vorágine de trabajar impide muchas veces poder reflexionar, de manera individual o colectiva, con los compañeros o con las compañeras de trabajo sobre las causas de este estado de situación». «Pero desde espacios como el que nosotras fuimos construyendo en el en el Frente de Trabajadoras de la Comunicación, ves que son situaciones que se repiten, esta situación de exceso de jornadas de trabajo muy largas muchas veces con multitasking, es decir, hacer un montón de cosas que antes por ahí lo resolvía un equipo: eso claramente que afecta no sólo a los trabajadores y a las trabajadoras, sino que afecta muchísimo al producto, afecta mucho a lo que después terminan consumiendo la audiencia», reflexionó.

No obstante, la periodista consideró que es necesario trabajar en la «autovaloración de cada una de nosotras y de nosotros, de entender que es importante respetar nuestro trabajo». «Hoy necesitan estos trabajos, así que me parece que falta un poco de conciencia, desde lo individual, pero también desde lo colectivo y de poder entendernos como un grupo de trabajadores y trabajadoras: en este contexto tan difícil, estamos tratando de dar lo mejor también, pero eso es interesante y es necesaria esta reflexión», indicó.

Paso adelante

La fecha de este lunes 7 de Junio sirvió además para el lanzamiento en la provincia de un trabajo que propone una serie de pautas para ejercer el importante rol que cumplen los y las comunicadoras sin conceptualizaciones o prácticas de violencia largamente arraigadas. Todas estas pautas se incluyen en el Manual de Buenas Prácticas para una Comunicación No Sexista. «En 2018 conformamos el Frente de Trabajadoras de la comunicación justamente porque entendíamos que nos faltaba trabajar en la incorporación de una perspectiva en la comunicación y en la información que incluya los derechos humanos», explicó Bonnet.

Estas pautas presentadas hoy, en articulación con el Gobierno Provincial «va un poco por esta línea, por la idea de repensar nuestras prácticas periodísticas: sabemos que los tiempos cambian, nuestras audiencias también y las demandas que por ahí había hace diez años atrás no son las mismas demandas ni las mismas necesidades que tienen hoy nuestras audiencias», aseguró. La periodista entendió que «es muy importante que revisemos el trabajo que venimos haciendo, que podamos entender que así como tenemos que hacer capacitaciones para actualizar como en tecnología, en nuevos lenguajes; también es necesario actualizar nuestro conocimiento en pos de trabajar por una comunicación que sea más respetuosa, igualitaria, que no vulnere derechos principalmente».