El Gobierno lo hizo: el osobuco aumentó más que el lomo en la última semana
En dos semanas los precios de la carne vacuna subieron en promedio un 8%. Y los cortes populares se encarecieron en mayor proporción que los magros. El cierre de las exportaciones y el impacto del lock out dispuesto por la Mesa de Enlace.
El Gobierno tomó una medida intempestiva sin advertir que con esa decisión podía profundizar el problema que buscaba solucionar. El objetivo era claro: los cortes populares debían retroceder a los registros de febrero-marzo a medida que fuera aumentando la oferta de lo que se exportaba a China y a Europa hasta el mes pasado. Pero ocurrió lo contrario. En dos semanas los precios promedio de la carne vacuna aumentaron 8% promedio y desataron un conflicto sectorial de difícil resolución.
Anular la medida oficial podría ser el principio de la solución. No hay que ser economista para saber que cuando el Estado interviene un mercado, cualquiera sea, automáticamente altera su dinámica. Con la suspensión de las exportaciones, el Gobierno incentivó a que los productores ganaderos dejaran de vender animales para faenar.
Eso derrumbó la oferta y los carniceros se vieron obligados a corregir sus pizarras: a mayor demanda, cortes más caros.
Los aumentos no fueron parejos: los cortes económicos -que suelen usarse en la cacerola- subieron hasta 15% en el área metropolitana, mientras que los más caros y menos consumidos, apenas 5%.
Los números del IPCVA evidencian esos incrementos; las estadísticas publicadas el viernes muestran lo que los carniceros y matarifes cuentan en off the record. En el último informe de precios del sector se lee: «los cortes de carne vacuna mostraron subas significativas en mayo. Aumentaron 6,1% en promedio respecto de abril». Los datos anualizados superan la inflación promedio.
Esa es la razón por la que el Gobierno está tan preocupado: la carne roja aumentó 76,2% entre mayo de 2021 y el mismo mes del año pasado.
El osobuco está entre los tres cortes que más crecieron en mayo: aumentó 9,9% promedio en un mes ($450 a $500), según los datos del IPCVA. La carne picada común y la tortuguita subieron 8,7% y 7,9%, respectivamente.
«Lo que pasó fue que se acható la diferencia de precios entre los cortes baratos y los más caros. Hoy se consiguen cortes magros, generalmente de mayor precio, por lo mismo que uno popular», dice David Miazzo, economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).
¿Y EL ASADO?
Según el Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA), en mayo se registró una suba promedio de 5,5% en el precio de la tira de asado comparado con abril. Algo similar pasó con la tapa de asado y con el vacío, ambos aumentaron 4,5% promedio en 80 bocas de expendio en Ciudad de Buenos Aires y GBA.
La tira de asado en la última semana casi no se movió. Al menos eso dicen los carniceros consultados por El Cronista en Colegiales, Palermo, Recoleta, San Telmo y Almagro.