Nueva ofensiva israelí sobre Gaza
Aviones de combate israelíes bombardearon ayer el centro de Gaza, mataron en uno de los ataques a 10 miembros de una familia y derrumbaron un edificio con la sede de medios internacionales, mientras que el movimiento islamista palestino Hamas lanzó múltiples cohetes contra Tel Aviv que dejaron un fallecido y llegó a la zona un enviado de Estados Unidos para iniciar negociaciones.
Los tanques israelíes apostados en la frontera dispararon nuevamente decenas de proyectiles de artillería contra tierras y hogares palestinos en el sur y el norte de la Franja de Gaza. Según el Ministerio de Salud local los muertos ya ascienden a 145 -entre ellos 41 niños- y más de 1.100 heridos.
Entre las víctimas se encuentra una familia de 10 personas por el impacto de un proyectil que derribó un edificio en el campo de refugiados de Al Shati: ocho de los fallecidos eran niños, y el único superviviente es un bebé rescatado de los escombros.
Uno de los bombardeos israelíes contra Gaza que más sacudió al mundo, incluso a su aliado Estados Unidos, fue el que derrumbó un edificio de más de 10 pisos, en el que se encontraban las oficinas de la televisión qatarí Al Jazeera y la agencia de noticias estadounidense Associated Press (AP), indicaron periodistas de esos medios de comunicación.
«Estamos conmocionados y horrorizados por el hecho de que el Ejército israelí apunte y destruya el edificio que alberga la oficina de AP y otros medios de comunicación en Gaza», dijo el jefe de la agencia, Gary Pruitt, en un comunicado.
«Conocen desde hace tiempo la ubicación de nuestra oficina y sabían que había periodistas en su interior. Nos avisaron que el edificio sería alcanzado» (por un misil), precisó.
Haiat defendió al ataque y sostuvo que Hamas tenía oficinas en esa torre: «Tenía oficinas de su inteligencia militar, de investigación y desarrollo donde sus principales expertos desarrollaban armas militares contra nosotros, y herramientas tecnológicas que Hamas usó contra nosotros para limitar nuestra actividad en Gaza».
El ala militar de Hamas, por su parte, reivindicó el lanzamiento ayer de múltiples cohetes contra Tel Aviv y varias zonas del centro de Israel en respuesta por la muerte de la familia palestina, y que dejaron al menos un israelí fallecido.
En medio de esta tensión, llegó a la zona el alto responsable del Departamento de Estado norteamericano para los asuntos israelíes y palestinos, Hady Amr.
El funcionario del Gobierno de Joe Biden tiene previsto reunirse con dirigentes israelíes en Jerusalén, antes de entrevistarse con responsables palestinos en la Cisjordania ocupada.
Por ahora, el saldo de la represión y los choques en Cisjordania es de 78 palestinos heridos, entre ellos nueve con heridas de balas de plomo.
El emisario quiere alentar a las dos partes a trabajar hacia una «calma duradera», declaró la vocera adjunta del Departamento de Estado, Jalina Porter.
En la conferencia de prensa del Gobierno israelí, Conricus dejó hoy claro que «un alto al fuego no está en la mesa».
«Nuestras instrucciones es que continuemos, aumentemos las operaciones y debilitemos las capacidades presentes y futuras de Hamas», afirmó el vocero militar.
Estados Unidos ha sido criticado por no haber actuado para frenar la escalada de violencia, tras haber bloqueado el viernes una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, informó AFP.
Hoy Biden habló tanto con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, como con el presidente palestino, Mahmud Abbas, la primera vez desde que asumió el mandatario estadounidense.