Según el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, el mundo entró en una “fase peligrosa” de la pandemia del coronavirus, ya que el desconfinamiento y la salida gradual de cada país de los distintos aislamientos que impusieron en los últimos meses ocurre en un punto alto de contagios a nivel global, y especialmente cuando el virus afecta fuertemente a zonas como Latinoamérica.
«El mundo entró en una fase nueva y peligrosa. Mucha gente está evidentemente cansada de quedarse en casa. Los países están deseosos de reabrir su sociedad y su economía», declaró el jefe de la OMS, que volvió a afirmar que las flexibilizaciones de la cuarentena deben realizarse con “prudencia”. Y eso es exactamente lo que pidieron desde el gobierno italiano, donde las se comenzaron a detectar “ señales de alerta sobre la transmisión del virus” en distintas regiones de todo el país, y particularmente en Roma.
Pero el foco actualmente está puesto en Latinoamérica, que para muchos especialistas continúa siendo el epicentro de la pandemia debido a la alta tasa de muertes que tienen diversos países. Así es, por ejemplo, el caso de Brasil, donde se confirmó la muerte de más de 1.200 personas en un día, o México, donde en fallecieron 770 personas en 24 horas. Chile es otro de los afectados fuertemente, aunque no al nivel de sus vecinos, luego de acercarse a los 4.000 muertes totales y debido a esto el gobierno comenzó a aplicar sanciones de hasta 5 años cárcel para aquel que no respete la cuarentena.
Por otra parte, en China se encendieron todas las alarmas luego de que se confirmara un rebrote de coronavirus en Pekín, capital de dicho país, donde se confirmaron 183 casos de Covid-19 y la cuarentena en varios barrios de la ciudad de más de 21 millones de habitantes. Estos datos levantaron el interés de Estados Unidos, que pidió permiso al gobierno chino para corroborar los datos que están emitiendo sobre sus infectados, expresando públicamente que no confían en la información oficial emitida.