Pago en hasta nueve cuotas, un año de plazo y tres meses de gracia. Ese es el combo que diagramó el Banco Central para que los usuarios de tarjetas de crédito puedan pagar sus saldos acumulados. Se trata de una medida que el organismo lanzó para mitigar el impacto económico de la cuarentena y que deberá ser aplicada por los bancos y entidades financieras «de forma automática».
A comienzos de mes, el Banco Central había dispuesto que los saldos de las tarjetas de crédito acumulados entre el 20 de marzo y el 12 de abril, el plazo inicial de la cuarentena, se trasladarán al 13 de abril sin intereses resarcitorios o recargos.
Ahora, la entidad que conduce Miguel Ángel Pesce dispuso, a través de su comunicación A 6964, que los saldos impagos en los resúmenes de tarjetas entre el 13 de abril y el 13 de abril sean refinanciados de forma automática por parte de bancos y otros emisores de tarjetas.
En ese esquema, se estableció que las entidades deberán reprogramar los pagos en un año de plazo, con nueve cuotas fijas y tres meses de gracia. De esta manera, los saldos comprendidos en este programa comenzarán a ser cancelados en agosto. Los usuarios, no obstante, podrán «precancelar total o parcialmente estos montos» sin costo cuando así lo requieran.
A su vez, el Banco Central estableció en 43% la tasa de interés máxima que los emisores de tarjetas podrán aplicar a la refinanciación de saldos acumulados en los resúmenes de sus clientes. Se trata de una baja de seis puntos porcentuales (se había fijado en el 49% a comienzos de abril) que estará vigente a partir del lunes.
La decisión del Banco Central llega en un contexto de caída del nivel de actividad y pérdida de ingresos en los hogares argentinos producto de las medidas de aislamiento social dispuestas por el Gobierno a partir del 20 de marzo para evitar la propagación del coronavirus.
Inicialmente planteada hasta el 13 de abril, la cuarentena derivó en destrucción de puestos de trabajo, caída en las ventas y pérdida del ingreso para empresas, pymes e individuos, especialmente cuentapropistas y trabajadores del sector informal. En ese marco, muchos se vieron imposibilitados de hacer frente a gastos o deudas anteriores.
El Banco Central había dispuesto el 1° de abril que todos los resúmenes pendientes de las de tarjetas de crédito pudieran ser cancelados sin ningún recargo hasta el 13 de abril, fecha en la que inicialmente iba a terminar la cuarentena. A su vez, había determinado que la financiación de saldos no pudiera superar el 49%.