Murió Ernesto Cardenal, el «poeta, sacerdote y revolucionario» símbolo de la poesía y la rebeldía de Nicaragua
El poeta y sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal, uno de los escritores de habla hispana más trascendentes del siglo XX, murió este domingo a los 95 años afectado de una infección renal.
Cardenal, quien había nacido el 20 de enero de 1925 en Granada y creció en Nicaragua, denunció el sufrimiento y la explotación de las repúblicas latinoamericanas acechadas por Estados Unidos, temática que centró en su «Canto nacional».
No obstante, el primer poema que recitó Cardenal, Premio Reina Sofía de Poesía 2012, lo escribió en su juventud, antes de ordenarse sacerdote, inspirado en una joven llamada Claudia, aunque también sonaron otros nombres como Miriam y Carmen, su mayor musa.
Como parte de su obra política influida por la Teoría de la Liberación se destacan los poemas de “Hora cero” (relato de la guerra del héroe nacional, Augusto César Sandino contra el Ejército de Estados Unidos), su legendaria “Oración por Marilyn Monroe”, “El estrecho dudoso” y “Los ovnis de oro”.
Estas obras aparentemente tan distintas unas de otras permite recorrer la modernidad inicial de su poesía –influida por Rubén Darío, Pablo Neruda, Rafael Alberti y Federico García Lorca– y las sucesivas transformaciones del poeta lírico y subjetivista, en sus comienzos, al poeta solar, diáfano y de tono épico que impera en buena parte de su obra.
Otra influencia fundamental fue el descubrimiento de la poesía norteamericana y en particular la obra de Ezra Pound, a quien Cardenal tradujo al español, después de su permanencia en Nueva York, entre 1948 y 1949, como estudiante de la Universidad de Columbia.
Después de su inmersión en la poesía norteamericana, viajó por París, España e Italia hasta que en 1950 regresó a Nicaragua y empezó a escribir sus poemas, ésos que por su tono pausado inauguró lo que la crítica denominó “tendencia neorromántica”.