El colectivo no será el único servicio público que incremente su costo en esta parte del año, el de energía eléctrica también comenzará el proceso de modificación de su valor ya que se conoció la convocatoria por parte de Secheep a la audiencia pública para exponer su cuadro de situación económico financiera en lo que respecta a recursos para obras y gastos corrientes.
La reunión se realizará el 6 de marzo, desde las 9, en el Salón Obligado de Casa de Gobierno, y se espera que el estudio de costos sea público en los próximos días en función de las normativas que regulan las audiencias. “La tarifa se encuentra desactualizada y no cubre los costos propios de distribución proyectados”, señala el decreto de convocatoria y marca que el desfase se produce por el incremento que tuvo la energía mayorista en los últimos años que no se trasladó en la misma proporción a clientes. En concreto, se trata de la suba de lo que se conoce como Valor Agregado de Distribución (VAD) que cubre todos los costos operativos y planes de obras que ejecute la empresa.
Sin embargo, el valor del incremento que vaya a aplicarse será el que defina el Ejecutivo desde una mirada similar a lo que ocurre con el transporte, que implica destinar compensaciones para buscar un equilibrio económico. En este caso Secheep presentará lo que considera necesario para ser autosustentable y luego el Gobierno determinará si efectúa aportes especiales como lo hace habitualmente o deja que el balance de ingresos y gastos se dé únicamente por aumento tarifario.
En la empresa provincial, todas las voces dan cuenta que no se cubrieron en los últimos años los aumentos que tuvieron los insumos, atados a la cotización del dólar, que se disparó en los últimos años, como también los incrementos salariales que se dieron para los trabajadores. La situación es tal hoy que el 90% de lo que se recauda por el VAD de un servicio que tiene una gran cantidad de morosos y muchas conexiones irregulares se destina a cancelar los haberes de los agentes quedando un pequeño margen para el desarrollo de trabajos de infraestructura.
Algunas de las prioridades que señalan desde la empresa, ubican a todo lo que comprende la zona Sur de Resistencia, cuya demanda se vería aliviada cuando finalice la línea de media tensión Puerto Bastiani-Vilelas, que hasta 2015 estaba ejecutada en un 82% y que la anterior gestión nacional no completó.
En baja tensión lo que preocupa es la cantidad de conexiones irregulares que recargan el sistema y que también representan un peligro para la integridad física de quienes aprovechan el servicio de forma ilegal.