Alberto Fernández llegó esta mañana al país, tras su viaje de tres días a Israel, donde participó de una cumbre mundial de conmemoración del Holocasuto.
Fernández llegó en un vuelo de línea, después de hacer escala en Roma, igual que en su viaje de ida hacia Jersusalén.
Desde el aeropuerto de Ezeiza, el mandatario se trasladó hacia la residencia de Olivos, en medio de un operativo especialmente montado para custodiar a la comitiva.
Junto a Fernández llegaron el gobernador bonaerense, Axel Kicillof; el canciller Felipe Solá; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; la pareja del presidente, Fabiola Yañez; el diputado Eduardo Valdés y el vocero presidencial y secretario de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi.
La actividad central del viaje de Fernández fue el Foro Internacional por la Conmemoración del Holocausto, en el que fue el único representante latinoamericano entre otros 40 líderes de todo el mundo.
Ayer, sobre el cierre de su visita, el jefe del Estado argentino estuvo con su par local, Reuven Rivlin, y con el primer ministro Benjamin Netanyahu.
No estará demasiado Fernández en el país, porque el miércoles volverá a emprender un viaje, esta vez para reunirse en El Vaticano con el Papa Francisco, y seguir luego a España y Francia.
Su agenda europea contempla encuentros con el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, en Roma; con el presidente de gobierno español, Pedro Sánchez, en Madrid; y con su colega francés, Emmanuel Macron, en París.