La Plata: un hombre mató con un hacha y una mancuerna a dos ladrones que entraron a robar a su campo
El domingo por la noche, dos ladrones fueron asesinados a golpes con un hacha y una pesa por el propietario de un campo de la localidad de Ángel Etcheverry, en el partido de La Plata.
El brutal episodio ocurrió ayer cerca de las 20, cuando Javier Horacio Gabutti, de 48 años, regresó al campo ubicado sobre la Ruta Provincial 2, a la altura del kilómetro 63, y fue sorprendido por un joven que lo apuntó con un arma en la cabeza y lo obligó a ingresar en la casa, donde dos asaltantes habían reducido en una de las habitaciones a su esposa y ataban con precintos a sus tres hijos de 17, 20 y 23 años.
Cuando llegó la policía al lugar, los dos asaltantes estaban muertos.
De acuerdo a las primeras informaciones sobre el hecho, en ese momento su hijo de 20 años se enfrentó con uno de los ladrones y lo golpeó en la cabeza con una mancuerna, dejándolo inconsciente.
Antes de recibir el golpe y desvanecerse, el ladrón disparó tres veces y una de las balas impactó en el cuerpo de Gabutti.
Mientras el otro asaltante intentaba huir, el hombre y su hijo lo atraparon y también lo hirieron en el abdomen con un hacha. Cuando llegó la policía, que había sido alertada por la familia asaltada a través de un llamado al 911, los dos delincuentes estaban muertos.
En el lugar se encontraron dos armas: un revólver calibre .38 y una pistola 9 milímteros
El dueño de casa tenía una herida sangrante en la pierna, donde impactó la bala, y su hijo sufrió un corte en el rostro, pero ambos están fuera de peligro.
En el lugar, los efectivos de la Policía Bonaerense y personal de la DDI de La Plata secuestraron un revólver calibre .38 y una pistola 9 milímetros, dinero en efectivo y dos celulares, así como también la pesa y el hacha con el que fueron heridos los asaltantes.
La fiscal Ana Medina, a cargo de la UFI N° 1 de La Plata, investiga el hecho caratulado hasta el momento como un doble homicidio en ocasión de robo y si bien no dispuso hasta el momento ningún temperamento sobre el hombre, ordenó la realización de dermotests para identificar a los tiradores.