Cura qué asistía a marchas de Loan, fue condenado por violar a una menor
Un sacerdote de un grupo conocido como Iglesia Vetero Apostólica, que junto a otros de sus compañeros acompañaban a la familia de Loan Peña en varias marchas para pedir la aparición del niño, fue condenado a 11 años de prisión por abuso sexual.
Uno de ellos, conocidos por su parte como “curas veteros”, que nada tienen que ver con la Iglesia Católica Apostólica Romana de la que se separaron en el Siglo XIX, fue condenado a 11 años de prisión efectivo por el delito de «abuso sexual con acceso carnal» contra una menor de 13 años de edad.
El condenado es Juan Ramón López, de la ciudad de Goya, quien se hizo conocido por su acompañamiento a la familia de Loan Peña poco después de su desaparición, llegando a hacer incluso declaraciones en medio televisivo de la ciudad de Buenos Aires, cuyos enviados especiales confundían a la audiencia considerándoles sacerdotes católicos sin aclarar su pertenencia a ese grupo separatista.
López fue condenado en un juicio abreviado durante el cual reconoció su culpabilidad en la causa en la que estaba imputado de abuso sexual con acceso carnal contra una menor de 13 años, agravado por ser ministro de un culto y encargado de la educación de la víctima, en la modalidad de delito continuado, en carácter de autor material.
Los hechos ocurrieron entre los años 2021 y 2022 y la condena es de prisión efectiva por lo que inmediatamente quedó detenido ante la solicitud de la fiscal María Eugenia, algo que fue aceptado y ordenado por el juez de Garantía Lucio López Lecube.
El condenado, oriundo de Goya, según probó la Justicia entre el 2021 y 2022 abusó reiteradamente de la menor, aprovechando su condición de y también que estaba a cargo de la educación de la misma.
Los «curas veteros», en cuya condición en junio y julio del 2024 se acercaron a dar contención a la familia Peña en 9 de Julio, son sacerdotes de la Iglesia Católica Antigua, también conocida como Iglesia Veterocatólica, la que conformaron tras decidir separarse de la Iglesia Católica Romana en el Siglo XIX en Europa, debido a discrepancias doctrinales, especialmente en relación con el dogma de la infalibilidad papal.
Los curas veterocatólicos mantienen la tradición de la Iglesia Católica, pero se distinguen por su rechazo a algunas de las doctrinas más recientes de Roma, de allí la gran confusión que provocan a quienes no los conocen, incluso hasta por el uso de vestimentas.
